MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Granada, en colaboración con la compañía de circo contemporáneo Zen del Sur, han recomendado asistir a espectáculos de danza y música para mejorar nuestra salud física y emocional.
Este consejo lo han realizado tras analizar por primera vez desde un punto de vista científico cuál es el impacto emocional y fisiológico que ejercen sobre los espectadores las artes escénicas, concretamente una representación de música y danza.
Para ello, los autores han diseñado un programa de intervención consistente en la observación de un espectáculo de danza-circo con música en directo, así como la realización de una serie de ejercicios relacionados con la identificación de recursos expresivos de movimiento y musicales.
En concreto, en un estudio piloto pionero, los investigadores han demostrado que asistir con frecuencia a espectáculos artísticos de este tipo puede mejorar notablemente la calidad de vida y la salud de los pacientes, ya que las artes escénicas pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y emocionales.
Su trabajo ha revelado que incluir las artes escénicas como un hábito de vida puede ser muy beneficioso para la salud, no sólo como forma de ocio y de entretenimiento, sino también como una herramienta que contribuye al bienestar y la gestión emocional, y al desarrollo de las habilidades comunicativas a través del uso del lenguaje corporal y sus recursos expresivos, a diferencia de otras actividades como el ocio digital o las redes sociales.
Para llevar a cabo este trabajo, los científicos realizaron un experimento con alumnos de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la UGR, que asistieron como espectadores a varias representaciones de música y danza a cargo de la compañía Zen del Sur, pionera en España por aunar arte y ciencia.
INCREMENTAN LA FRECUENCIA CARDIACA
A los participantes se les registró mediante pulsómetros la frecuencia cardíaca (Fc) durante el espectáculo, y se les aplicaron una serie de cuestionarios para medir su estado de ánimo en el transcurso del mismo. Los resultados han mostrado que los sujetos reaccionaron fisiológica y emocionalmente a las diferentes escenas del espectáculo, incrementándose su Fc en los momentos de mayor tensión de los bailarines-acróbatas y reduciéndose en aquellos momentos donde la música y los movimientos de los artistas se ejecutaban a una intensidad suave y tiempo lento,
"Nuestro trabajo ha confirmado que existe una correlación directa entre el impacto emocional y el fisiológico, es decir, entre lo que los espectadores afirmaban haber sentido de forma subjetiva al presenciar el espectáculo (independientemente de que éste les gustara o no) y lo que la medida objetiva de su frecuencia cardíaca nos indica", han explicado los investigadores.
Y es que, los resultados muestran diferencias significativas sobre la autoestima (,046) y sobre el factor tensión (,058) y fFatiga (,000) del perfil de estados de ánimo (POMS) de los participantes, es decir, una reducción en estas dos variables emocionales que se corresponde con un descenso de la Fc en fragmentos temporales concretos de la obra y responde a la intención narrativa de los artistas, ya que la obra intentaba describir un sendero hacia un estado emocional de equilibrio y tranquilidad a través del diálogo entre música, movimiento y el control corporal.
"Es posible modificar el estado de ánimo del espectador mediante la danza y la música, y de que el contacto con este tipo de actividades artísticas puede incidir positivamente sobre la salud. Este es un recurso que la Ciencia debe aprovechar para elaborar programas de intervención que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas", han apuntado los expertos.