MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
La lectura es una habilidad tan nueva en la historia evolutiva humana que la existencia de un "área de lectura" no puede especificarse en nuestros genes. Debe producirse en el cerebro una especie de proceso de reciclaje mientras se aprende a leer: áreas desarrolladas para el reconocimiento de objetos complejos, como rostros, se dedican a traducir letras al lenguaje. Algunas regiones de nuestro sistema visual se convierten así en interfaces entre los sistemas visuales y de lenguaje.
"Hasta ahora, se suponía que estos cambios se limitan a la capa externa del cerebro, la corteza, que se sabe que se adapta rápidamente a los nuevos desafíos", dice el líder del proyecto Falk Huettig, del Instituto Max Planck de Psicolingüística. Los investigadores de Max Planck junto con científicos indios del Centro de Investigación Biomédica (CBMR) de Lucknow y la Universidad de Hyderabad han descubierto ahora qué cambios ocurren en el cerebro adulto cuando las personas completamente analfabetas aprenden a leer y escribir.
En contraste con los supuestos anteriores, el proceso de aprendizaje conduce a una reorganización que se extiende a las estructuras cerebrales profundas en el tálamo y el tronco encefálico. El fenómeno relativamente joven de la escritura humana, por lo tanto, cambia las regiones cerebrales que son muy viejas en términos evolutivos y partes fundamentales de ratones y otros cerebros de mamíferos.
"Observamos que los llamados colliculus superiores, una parte del tronco encefálico y el núcleo pulvinar, situados en el tálamo, adaptan el momento de sus patrones de actividad a los de la corteza visual", dice Michael Skeide, investigador científico del Instituto Max Planck de Ciencias Humanas Cognitivas y Cerebrales (MPI CBS) en Leipzig, Alemania, y primer autor del estudio, que acaba de publicarse la revista 'Science Advances'.
LA SINCRONIZACIÓN DE DOS REGIONES CEREBRALES, CLAVE PARA LA LECTURA
"Estas estructuras profundas en el tálamo y el tronco encefálico ayudan a nuestra corteza visual a filtrar información importante del flujo de entrada visual, incluso antes de que conscientemente lo percibamos", detalla. Curiosamente, parece que cuanto más se sincronicen los tiempos de señal entre las dos regiones cerebrales, mejores serán las capacidades de lectura. "Por lo tanto, creemos que estos sistemas cerebrales mejoran cada vez más su comunicación mientras los estudiantes se vuelven más y más competentes en la lectura --explica el neurocientífico--. Esto podría explicar por qué los lectores experimentados navegan más eficientemente a través de un texto".
El equipo de investigación interdisciplinario obtuvo estos resultados en India, un país con una tasa de analfabetismo de alrededor del 39 por ciento, porque la pobreza todavía limita el acceso a la educación en algunas partes de India, especialmente para las mujeres. Por lo tanto, en este estudio casi todos los participantes eran mujeres en sus treinta años. Al principio del entrenamiento, la mayoría de ellas no podía descifrar una sola palabra escrita de su lengua materna hindi, uno de los idiomas oficiales de la India, que se basa en Devanagari, una escritura con caracteres complejos que describen sílabas completas o palabras en lugar de letras simples.
Los participantes alcanzaron un nivel comparable a un primer grado después de sólo seis meses de entrenamiento en lectura. "Este aumento del conocimiento es notable -señala el líder del proyecto Huettig--. Aunque es muy difícil para nosotros aprender un nuevo idioma, parece ser mucho más fácil para nosotros aprender a leer. El cerebro adulto resulta sorprendentemente flexible".
En principio, este estudio también podría haber tenido lugar en Europa, pero el analfabetismo es considerado como un tabú en Occidente, por lo que habría sido inmensamente difícil encontrar voluntarios que participaran. Sin embargo, incluso en India, donde la capacidad de leer y escribir está fuertemente conectada con la clase social, el proyecto fue un tremendo desafío. Los científicos reclutaron a voluntarios de la misma clase social en dos aldeas del norte de India para asegurarse de que los factores sociales no podían influir en los hallazgos y se realizaron exploraciones cerebrales en la ciudad de Lucknow, a tres horas en taxi de los hogares de los participantes.
Los impresionantes logros de aprendizaje de los voluntarios no sólo brindan esperanza para los adultos analfabetos, sino que también arrojan nueva luz sobre la posible causa de trastornos de la lectura como la dislexia. Una causa posible de los déficits básicos observados en las personas con dislexia se ha atribuido previamente a disfunciones del tálamo.
"Desde que descubrimos que sólo unos pocos meses de entrenamiento de lectura pueden modificar el tálamo fundamentalmente, tenemos que escrutar esta hipótesis", explica el neurocientífico Skeide. También podría ser que las personas afectadas muestran actividad cerebral diferente en el tálamo sólo porque su sistema visual está peor entrenado que los lectores experimentados, lo que significa que estas anomalías sólo pueden considerarse una causa innata de la dislexia si se presentan antes de la escolarización.