MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La diverticulitis se produce cuando se forman bolsas a lo largo del intestino y se inflaman o infectan en la pared del intestino grueso (colon). Es una causa frecuente de hospitalización y un motivo importante de cirugía de colon de emergencia.
Los factores genéticos y ambientales, incluido el estilo de vida, contribuyen al desarrollo de la enfermedad, pero no está claro exactamente cómo interactúan estos factores o hasta qué punto el estilo de vida podría compensar el riesgo genético.
Para arrojar más luz sobre esto, los investigadores derivaron una puntuación general de estilo de vida saludable (0-5) para la diverticulitis a partir de las respuestas de una encuesta a 179.564 participantes extraídos de tres estudios prospectivos: el Nurses' Health Study (NHS) , el NHSII y el Health Professionals Follow-Up Study.
ESTUDIARON CINCO FACTORES DE RIESGO
La puntuación se basó en cinco elementos que se asociaron independientemente con mayores riesgos de desarrollar diverticulitis: tabaquismo, peso (IMC), actividad física, ingesta de fibra y consumo de carne roja o procesada.
La asociación entre esta puntuación y la diverticulitis incidente se confirmó entre 30.750 participantes en el Estudio de cohorte de la comunidad del sur (SCCS). El riesgo genético se evaluó utilizando una puntuación de riesgo poligénico (PRS) en 36.077 personas con información de genotipo disponible.
El estudio a largo plazo desarrollado por Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) y publicado en línea en la revista 'Gut', muestra que mantener un estilo de vida saludable --en concreto, una dieta rica en fibra, pero baja en carnes rojas y procesadas, ejercicio regular, no fumar y mantener un peso normal-- está relacionado con un riesgo significativamente menor de diverticulitis.
Es más, estos cinco componentes parecen contrarrestar los efectos de los genes heredados, indican los hallazgos.
EN 20 AÑOS SE REGISTRARON 10.299 NUEVOS CASOS
Durante un período de seguimiento de 20 años, se registraron 10.299 nuevos casos de diverticulitis. Los cinco factores del estilo de vida se asociaron significativamente con el desarrollo de la enfermedad.
Por ejemplo, en comparación con los participantes con un IMC inferior a 25, los que tenían sobrepeso tenían un 32% más de probabilidades de desarrollar diverticulitis, mientras que los que eran obesos tenían un 44% más de probabilidades de hacerlo.
Los participantes que habían fumado o que aún fumaban tenían, respectivamente, un 17 % y un 13 % más de probabilidades de ser diagnosticados con diverticulitis que quienes nunca habían fumado. Además, un mayor nivel de actividad física se asoció con una reducción del 16% en el riesgo, en comparación con un nivel más bajo. Mientras que una mayor ingesta de fibra se asoció con un riesgo 14% menor, una mayor ingesta de carne roja se asoció con un riesgo 9% mayor.
Cada aumento de un punto en la puntuación de estilo de vida saludable se asoció con un 12 % menos de riesgo de diverticulitis. Los participantes con una puntuación de 5 tuvieron un 50% menos de probabilidades de ser diagnosticados con la afección que aquellos con una puntuación de 0.
LA VIDA SALUDABLE REDUCE EL RIESGO EN LA GENÉTIA
Los hallazgos se observaron consistentemente en los tres estudios y en diferentes grupos raciales. La asociación entre la puntuación de estilo de vida saludable y la diverticulitis incidente se confirmó entre 30.750 participantes en el Estudio de cohorte de la comunidad del sur (SCCS).
Se notificaron aproximadamente 2.183 nuevos casos de diverticulitis durante un período promedio de seguimiento de casi 12 años en este grupo. Quienes tenían una puntuación de estilo de vida saludable de 3 a 5 presentaron un riesgo considerablemente menor (31 %) que quienes tenían una puntuación de 0. El riesgo genético se evaluó utilizando una puntuación de riesgo poligénico (acumulativo) (PRS) en 36.077 personas con información de genotipo disponible en los grupos NHS, NHSII y HPFS.
No se observaron diferencias notables en los factores de estilo de vida entre las categorías de PRS, pero este se asoció significativamente con la diverticulitis incidente. Por cada unidad de aumento en el PRS, el riesgo aumentó un 58%, y fue especialmente evidente en los menores de 60 años.
Un estilo de vida saludable pareció contrarrestar la susceptibilidad genética a la enfermedad. Por ejemplo, quienes se encontraban en la categoría más baja de PRS y tenían una puntuación de estilo de vida saludable de 4 a 5 tenían un 37% menos de probabilidades de desarrollar diverticulitis que quienes tenían una puntuación de 0.
De igual manera, quienes tenían un PRS medio tenían un 48% menos de probabilidades de presentarlo, mientras que quienes se encontraban en la categoría de PRS más alta tenían un 50% menos de probabilidades. Un análisis posterior mostró que adoptar un estilo de vida saludable podría prevenir entre el 23% y el 42% de los casos de diverticulitis en todas las categorías de PRS.
¿QUÉ PASA CON LA PREDISPOSICIÓN GENÉTICA?
Y cuando se combinaron el efecto de PRS y una puntuación de estilo de vida saludable, aquellos en la categoría de PRS más alta con una puntuación de estilo de vida saludable de 0 o 1 tenían 5 veces más probabilidades de desarrollar diverticulitis que aquellos en la categoría de PRS más baja con una puntuación de 4 o 5.
Los hallazgos fueron validados aún más en el Mass General Brigham Biobank (MGBB). Este es un estudio observacional y, por lo tanto, no puede establecer la causa. Los investigadores reconocen que la determinación de la diverticulitis se basó en diferentes enfoques en los distintos estudios.
Sin embargo, los investigadores concluyen: "Nuestros datos proporcionan evidencia consistente de múltiples conjuntos de datos que indican que la adherencia a un estilo de vida saludable está relacionada con un menor riesgo de desarrollar diverticulitis, independientemente de la predisposición genética de cada uno".