MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Muchos informes recientes han encontrado que las bacterias resistentes a múltiples fármacos viven en las cañerías de los lavabos de los hospitales, es decir, cerca de los pacientes vulnerables, pero no está claro cómo las bacterias encuentran la salida de las cañerías y entran en los pacientes. Ahora, un equipo de la Universidad de Virginia, en Charlottesville, Estados Unidos, ha trazado sus rutas, como se informa en un artículo publicado este viernes en 'Applied and Environmental Microbiology', una revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
"Nuestro estudio demuestra que la propagación bacteriana desde las cañerías hasta los pacientes se produce a través de un modo de transmisión escalonada", señala la investigadora principal de este trabajo, Amy Mathers, profesora asociada de Medicina y Patología de la División de Enfermedades Infecciosas y Salud Internacional. Inicialmente, las bacterias colonizan los codos de los tubos de desagüe y, a partir de ahí, las colonias crecen lentamente hacia los filtros de los fregaderos, a razón de aproximadamente una pulgada (2,54 centímetros) por día, según Mathers.
Dada la distancia en los típicos fregaderos hospitalarios a la que están los codos por debajo, con frecuencia se necesita una semana para que las colonias alcancen los filtros. A partir de ahí, las bacterias se desparraman rápidamente alrededor de la pila e, incluso, en los mostradores que rodean los lavabos, donde se pueden transmitir a los pacientes.
MALA EQUIPACIÓN HOSPITALARIA CONTRA ESTAS SUPERBACTERIAS
El proyecto surgió del hecho de que los pacientes están muriendo de infecciones con bacterias resistentes a múltiples fármacos que adquieren durante la hospitalización. En una revisión del equipo de Mathers realizada con Alice Kizny Gordon y colegas de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, encontraron más de 32 artículos que describen la propagación de bacterias resistentes al carbapenem --un importante antibiótico-- a través de lavabos y otros depósitos de agua dentro de los hospitales. La mitad de esos artículos se han publicado a partir de 2010.
En muchas partes del mundo, los hospitales están mal equipados para hacer frente a estas superbacterias, ya que en muchos casos hay pocas opciones de tratamiento, apunta Mathers. "Queríamos entender mejor cómo se produce la transmisión para que el número de estas infecciones pudiera reducirse", apunta.
El trabajo implicó construir lo que Mathers define como "el único laboratorio de lavabos que conocemos en Estados Unidos". El laboratorio contiene cinco fregaderos idénticos, inspirados en el fregadero ICU más común en el hospital de la Universidad de Virginia en Charlottesville, y las bacterias experimentales son 'Escherichia coli', que comúnmente habitan inofensivamente en el tracto intestinal humano y pueden adquirir tanto genes patológicos como genes de resistencia a antibióticos y convertirse en superbacterias.
Mathers y sus colegas están utilizando ahora este laboratorio de fregaderos para realizar un estudio de seguimiento en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad estadounidenses. El objetivo es determinar con precisión cómo llegan los patógenos a los pacientes, según Mathers. "Este tipo de investigación fundamental es necesaria para entender cómo se transmiten estas bacterias para poder desarrollar y probar posibles estrategias de intervención que se puedan utilizar para prevenir una mayor propagación", concluye.