MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) publicada en 'PLOS ONE' afirma que aumento de los síntomas de depresión se asocia con un aumento posterior del peso corporal cuando se mide un mes después.
Las investigaciones han sugerido una conexión entre el peso y la salud mental (cada uno potencialmente influyendo en el otro), pero la relación es compleja y aún no se comprende bien, particularmente en relación con cómo los cambios en la salud mental de un individuo influyen en su peso corporal con el tiempo.
Para ayudar a responder esta pregunta, investigadores de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de Cambridge examinaron datos de más de 2.000 adultos que vivían en Cambridgeshire, Reino Unido, que habían sido reclutados para el estudio Fenland COVID-19.
Los participantes completaron cuestionarios digitales sobre bienestar mental y peso corporal todos los meses durante un máximo de nueve meses durante la pandemia de COVID-19 (agosto de 2020 - abril de 2021) utilizando una aplicación móvil desarrollada por Huma Therapeutics Limited.
Las preguntas evaluaron los síntomas de depresión, ansiedad y estrés percibido de un individuo. Una puntuación más alta indicó una mayor gravedad, siendo las puntuaciones máximas posibles 24 para depresión, 21 para ansiedad y 40 para estrés. Luego, el equipo utilizó modelos estadísticos para explorar si tener un bienestar mental más deficiente de lo habitual estaba relacionado con cambios en el peso corporal un mes después.
Los investigadores descubrieron que por cada incremento en la puntuación habitual de un individuo para los síntomas depresivos, su peso posterior un mes después aumentaba en 45 g. Esto puede parecer pequeño, pero significaría, por ejemplo, que en un individuo cuya puntuación de síntomas depresivos aumentó de cinco a 10 (lo que equivale a un aumento de síntomas depresivos "leves" a "moderados") se relacionaría con un aumento de peso promedio de 225 g. (0,225 kg). Los investigadores no encontraron evidencia de que el estrés o la ansiedad percibidos estuvieran relacionados con los cambios de peso.
Este efecto sólo se observó en aquellos individuos con sobrepeso o con obesidad según los parámetros del IMC. Las personas con sobrepeso tuvieron en promedio un aumento de 52 g por cada punto de incremento con respecto a su puntuación habitual de síntomas depresivos y para aquellos con obesidad el aumento de peso comparable fue de 71 g. El efecto no se observó en aquellas personas con un peso saludable.
De esta forma, los investigadores señalan que si bien las personas con un IMC alto ya corren un mayor riesgo de padecer otras afecciones de salud, este hallazgo podría conducir potencialmente a un mayor deterioro de su salud. Por ello, monitorear y abordar los síntomas depresivos en personas con sobrepeso u obesidad podría ayudar a prevenir un mayor aumento de peso y ser beneficioso para su salud física y mental".