MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Adelaida (Australia) han descrito cómo las mutaciones en el ADN pueden causar enfermedades neurodegenerativas. El descubrimiento es un paso importante hacia un mejor tratamiento para frenar la progresión o retrasar la aparición de una serie de enfermedades incurables como la enfermedad de Huntington y la enfermedad de la motoneurona.
En un trabajo publicado en la revista 'Human Molecular Genetics', el equipo de científicos ha demostrado experimentalmente, por primera vez, cómo las mutaciones finalmente desencadenan una respuesta inflamatoria antiviral en las células que conduce a la muerte celular y, con el tiempo, a un daño neurológico progresivo.
El estudio investiga los resultados de una mutación relacionada con la enfermedad de Huntington y otras 20 enfermedades neurodegenerativas, incluyendo algunas formas de enfermedad de la motoneurona. Pero también puede tener implicaciones para la progresión de enfermedades neurodegenerativas que no son necesariamente hereditarias, como el Alzheimer y el Parkinson, cuya evidencia sugiere que son causadas por una respuesta inflamatoria similar a los desencadenantes ambientales.
"Estas afecciones afectan a millones de familias en todo el mundo, y no hay curas ni tratamientos eficaces. Si el nuevo mecanismo que hemos descubierto resulta ser correcto, transformará el campo, proporcionando una forma diferente de pensar sobre estas enfermedades y ofreciendo nuevas oportunidades para la intervención médica", asegura el líder del proyecto, Rob Richards, profesor de genética de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida.
Las llamadas 'enfermedades de repetición del ADN', denominadas así por las secuencias de repetición que se encuentran en el ADN de los pacientes, comparten muchas características comunes en sus síntomas, pero los mecanismos por los que surgen los síntomas han sido previamente considerados diferentes para cada una de ellas.
"Sabíamos qué mutaciones están implicadas, y el conjunto de resultados que producen pero, hasta ahora, no hemos sabido cómo una conduce a la otra. Esta nueva investigación nos muestra cómo cada una de estas enfermedades puede ser causada por la misma vía celular subyacente", explica Richards.
Los resultados se centran en el ARN, la molécula que actúa como paso intermedio entre el ADN de los cromosomas y las proteínas, que son los principales componentes funcionales de las células. El ADN proporciona un plan para producir ARN al estilo de un 'código de barras' para asegurar que las células lo reconozcan como 'propio', distinguiéndolo del ARN de un invasor extraño, como los virus.
Utilizando el modelo experimental de mosca 'Drosophila', el profesor Richards y su equipo demostraron que el 'ARN de doble cadena' afectado era reconocido como extraño al cuerpo, o 'no propio'. "Esto provoca una respuesta antiviral, autoinflamatoria, que conduce a la destrucción neuronal y a la muerte, causando con el tiempo un daño neurológico progresivo. El ARN anormal está hecho de regiones de secuencias repetidas de ADN que se encuentran en mayor número en personas afectadas por Huntington y algunas otras enfermedades neurodegenerativas", concluye.