MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El poder del ejercicio para impulsar el metabolismo podría surgir de una molécula de grasa con una fuente inesperada. En un nuevo estudio dirigido por Kristin Stanford, del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, se demostró que un lípido liberado de grasa o lipoquina, producido por la grasa marrón - también conocida como grasa parda o grasa 'buena', aumenta en el torrente sanguíneo después del ejercicio.
La coautora principal del estudio, Laurie Goodyear, del Centro de Diabetes Joslin y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, detalla los resultados de su investigación en un artículo que se publica en la revista 'Cell Metabolism'.
La grasa marrón se diferencia de la grasa blanca ordinaria en su capacidad para generar calor. Es lo que hace que los osos en hibernación estén calientes y se sabe que es un potente quemador de calorías, por lo que algunos la llaman grasa buena.
Hasta 2009, los científicos pensaban que la grasa marrón solo estaba en los bebés humanos, que se benefician de su naturaleza de calentamiento. Pero en los últimos años, la grasa marrón ha sido reconocida como una pequeña parte de las reservas de grasa de los adultos y se ha convertido en el foco de los investigadores que buscan entender mejor el metabolismo.
"Antes de este redescubrimiento del papel de la grasa marrón, estábamos centrando nuestros esfuerzos en el tejido adiposo blanco, la grasa que la mayoría de la gente piensa cuando piensa en la obesidad y las formas de mejorar la pérdida de peso", afirma Stanford.
En la nueva investigación, dos grupos de estudio se sometieron a análisis de sangre para evaluar los cambios en sus lípidos después de episodios de ejercicio de intensidad moderada. Un grupo montó en una bicicleta estacionaria durante 40 minutos; el otro corrió en una cinta de correr durante 45 minutos. Los 56 participantes fueron personas de diferentes edades y niveles de actividad.
"Una lipoquina se sitúa en lo más alto", dice Stanford, científico del Centro de Investigación de Diabetes y Metabolismo del Estado de Ohio. Los investigadores encontraron un patrón consistente de niveles crecientes de una lipoquina llamada 12, 13-diHOME post-ejercicio. Esa molécula de grasa se había relacionado previamente con la exposición a temperaturas frías.
LA GRASA MARRÓN INDICA AL MÚSCULO QUE TOME MÁS ÁCIDOS GRASOS
"Sabemos que el ejercicio es bueno para el metabolismo, pero no entendemos completamente por qué es a nivel celular. Este estudio muestra que la quema de grasa marrón y este lípido en particular probablemente desempeñan un papel importante", dice Stanford, profesor asesor de Fisiología y Biología Celular en el estado de Ohio.
La mayoría de las investigaciones sugieren que el ejercicio no aumenta la capacidad de la grasa parda para absorber combustibles como carbohidratos y grasas, ni el ejercicio eleva la capacidad de la grasa parda para quemar más calorías, y esto tiene sentido porque se necesitan combustibles en lugar de músculos ejercitándose para quemar calorías rápidamente, señala Goodyear.
"Es fascinante que en lugar de quemar calorías durante el ejercicio, que es lo que ocurre con la exposición al frío, la grasa marrón esté funcionando para indicar al músculo que tome más ácidos grasos para usar como combustible -detalla--. Durante el ejercicio, todos los diferentes tejidos metabólicos, sorprendentemente incluidos los tejidos grasos, se 'hablan' entre sí, lo que permite que los músculos usen energía, se contraigan y rindan".
Para confirmar la conexión con la grasa marrón, Stanford y sus colegas realizaron un estudio en ratones. Cuando los animales hicieron ejercicio, también tuvieron niveles elevados de lipoquinas en sus torrentes sanguíneos. Pero después de la eliminación quirúrgica de las reservas de grasa parda de los ratones, no hubo evidencia de un aumento inducido por el ejercicio en la molécula de grasa, un hallazgo que sugiere que la grasa marrón es la fuente de la lipoquina, destaca Stanford.
"Esto muestra que estas lipoquinas pueden ser reguladas por el ejercicio y resalta un nuevo rol que la grasa marrón podría tener en los beneficios metabólicos del ejercicio", apunta Stanford, quien agrega que los resultados fueron sorprendentes porque estudios previos han demostrado que el ejercicio conduce a una disminución en la actividad de la grasa marrón.
Esos trabajos encontraron que la grasa marrón consume menos glucosa durante el ejercicio, lo que tiene sentido porque probablemente no necesita combustible durante el ejercicio, argumenta. En esta nueva investigación, se muestra que las moléculas de grasa se liberan durante el ejercicio. La esperanza de Stanford es que esto establezca un nuevo papel del ejercicio para mejorar la salud.
A partir de ahora, esta investigadora quiere determinar el mecanismo de funcionamiento de esta lipoquina. Los investigadores espera que un día este trabajo podría conducir al desarrollo de nuevos productos farmacéuticos para imitar los efectos del ejercicio con el fin de mejorar la función muscular, disminuir los niveles de lípidos en la sangre como los triglicéridos y quemar más energía para ayudar a tratar la obesidad y la diabetes tipo 2.