MADRID 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La artrosis una enfermedad en la que se destruye el cartílago protector de los extremos de los huesos, puede más que duplicar el riesgo de progresión rápida a la acumulación de enfermedades graves a largo plazo (multimorbilidad). Asimismo parece haber cuatro velocidades diferentes de progresión hacia la multimorbilidad.
Todo ello se desprende de un estudio de 20 años publicado en la revista de acceso abierto 'RMD Open' por el autor principal Ali Kiadaliri, de la Unidad de Epidemiología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lund en Suecia.
Según este trabajo, los niveles persistentemente bajos de actividad física, una dieta alta en calorías, además de una inflamación crónica de bajo grado, podrían ayudar a explicar el vínculo entre la artrosis y el riesgo de acumular otras enfermedades a largo plazo, sugieren los investigadores. Aunque no se conocen las causas exactas, se cree que las lesiones, la edad, los antecedentes familiares y el sexo femenino son factores que contribuyen al desarrollo de la artrosis, que afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo.
Es probable que alrededor de 7 de cada 10 personas afectadas tengan otras afecciones a largo plazo, pero no está claro con qué rapidez se desarrollan ni qué tan graves son, dicen los investigadores. En un intento por averiguarlo, se basaron en datos sanitarios recopilados continuamente para la región de Sk*ne en Suecia (alrededor de 1,4 millones de residentes) y extrajeron diagnósticos de artrosis y 67 enfermedades crónicas comunes.
Se centraron en aquellas personas que tenían al menos 40 años el 31 de diciembre de 2007, que habían vivido en la región desde 1998 y a quienes se les había diagnosticado artrosis entre 2008 y 2009. Esto ascendió a un total de 9.846 personas con una edad promedio de 66 años (58% mujeres). Cada uno de estos casos fue emparejado con dos personas de la misma edad y sexo que no tenían artrosis (grupo de referencia), sumando un total de 19.692 personas.
Se hizo un seguimiento del número acumulado de afecciones (multimorbilidad) desde 1998 en adelante entre los casos y sus contrapartes coincidentes hasta la muerte, la reubicación fuera de la región o el final de 2019, lo que ocurriera primero. Entre 2008 y 2009 se diagnosticaron 5.318 personas con artrosis de rodilla, 2.479 con artrosis de cadera, 988 con artrosis de mano, 714 con artrosis en otras articulaciones y 499 con artrosis generalizada. Unas 1.296 personas (casos y participantes del grupo de referencia) no desarrollaron ninguna otra enfermedad crónica, pero 28.242 personas sí la desarrollaron.
Entre 1998 y 2019 surgieron cuatro patrones diferentes de progresión: multimorbilidad leve, progresión tardía (clase 1); multimorbilidad leve, progresión temprana (clase 2); multimorbilidad moderada (clase 3); y multimorbilidad grave (clase 4). En 1998, el número promedio de enfermedades crónicas fue bajo (1 o ninguna) en las 4 clases. Y los de la clase 1 fueron los que más lentamente desarrollaron varias enfermedades crónicas y tuvieron el total acumulado más bajo al final del período de seguimiento, con un promedio de alrededor de 3.
Entre los de esta categoría hubo poco o ningún desarrollo de enfermedades a largo plazo durante alrededor de 10 años, seguido de una progresión más rápida que los puso a la par de las personas de la clase 2. En general, los de las clases 1 y 2 tendían a ser más jóvenes y mejor educados. Por otro lado, los de la clase 4 progresaron más rápido y tuvieron el total acumulado más alto de alrededor de 10 enfermedades de larga duración al final del período de seguimiento.
La ponderación de discapacidad utilizada en el estudio Carga Global de Enfermedades (GBD) se utilizó para evaluar la gravedad de cada enfermedad a largo plazo, excluida la artrosis. Los niveles de discapacidad reflejaron las categorizaciones. Fueron más bajos entre los de la clase 1 y más altos entre los de la clase 4, donde más de la mitad (57%) de los participantes habían muerto al final del período de seguimiento.
La prevalencia de artrosis también fue más baja entre los de clase 1 (29%) y más alta entre los de clase 4 (42%). Y la artrosis se asoció con un riesgo aumentado del 29% de pertenencia a clase 1, pero con un riesgo más del doble de pertenencia a clase 4. Sin embargo, los resultados mostraron que la presencia de artrosis por sí sola fue un mal predictor de cualquier clase de membresía.