MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más del 25 por ciento de los pacientes con artritis reumatoide se ha visto forzada a dejar su trabajo a causa de la enfermedad, que se caracteriza por una inflamación crónica de las articulaciones y su progresiva destrucción.
Así se desprende de los resultados de una encuesta internacional realizada por la farmacéutica Lilly en varios países, entre ellos España, que buscaba analizar las principales preocupaciones de los afectados. El trabajo incluyó a 5.400 pacientes y más de 800 profesionales de Alemania, Canadá, España, Francia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.
Los autores del estudio reconocen que lo llamativo de este abandono laboral no es la incapacidad laboral causada por la enfermedad, sino la incomprensión por parte de sus jefes y/o de sus compañeros de trabajo sobre la artritis.
Entre los datos de la encuesta, que se ha presentado en el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR 2017) que se está celebrando en Madrid, es que más de la mitad de las personas con artritis consideran que no tienen suficiente flexibilidad en su trabajo y que hasta un 43 y 39 por ciento de estos afectados se sienten limitados en sus puestos de trabajo por la fatiga y el dolor, respectivamente.
Pero la encuesta no sólo ha analizado el ámbito laboral de estos pacientes, sino que también ha profundizado en la esfera más emocional de las relaciones personales y en las aspiraciones de futuro, así como en el ámbito físico y las actividades cotidianas.
En ese sentido, un 60 por ciento de los afectados admite que les resulta muy complicado realizar ejercicio físico y una de cada cuatro personas afirma tener problemas con las rutinas de aseo personal.
Unas limitaciones en actividades tan básicas como el aseo personal, salir a dar un paseo, realizar las tareas domésticas o arreglarse para salir a la calle que, lógicamente, terminan traspasando la barrera de lo físico para impactar directamente en las emociones de estas personas.
De esta manera, al dolor, la fatiga o la rigidez articular hay que añadir la frustración que sienten el 65 por ciento de las personas con artritis reumatoide, con sentimientos asociados de estrés y ansiedad, debido precisamente a esta incapacidad de realizar actividades que la población general lleva a cabo sin ninguna dificultad.
Y el 40 por ciento tiene además problemas con su pareja debido a la enfermedad, una dificultad que resulta mayor en las personas con menos de 40 años frente a las personas con más de 60 años, donde la diferencia apenas es significativa.