MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Salud de Argentina ha confirmado que el país se encuentra bajo alerta sanitaria tras la aparición de un nuevo brote de sarampión que, según aseguran, ha llegado al país por algunos de los cerca de 30.000 aficionados al fútbol que viajaron a Sudáfrica en junio para seguir el Mundial de fútbol.
Una década después de haberse erradicado esta enfermedad en Argentina, las autoridades sanitarias detectaron los primeros casos en Buenos Aires a comienzos de agosto, todos ellos en ciudadanos que habían estado presentes en el último Mundial.
Unas semanas después aparecieron nuevos casos de personas que no habían viajado a Sudáfrica pero que si podían haber entrado en contacto con alguien que si lo hubiese hecho, y actualmente se están estudiando posibles contagios en las provincias de San Juan, La Rioja, Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa.
Sudáfrica es uno de los cinco países del mundo donde sigue habiendo sarampión, mientras que en todo el continente americano se consiguió frenar la transmisión endémica del virus en 2002.
Por ello, y aunque el brote por ahora es pequeño, el Gobierno ha lanzado una campaña de vacunación para evitar su propagación, detectar todos los casos posibles e implementar nuevas medidas si empeora la situación.
Aunque el 98 por ciento de la población está inmunizado, desde 2008 se ha dejado de vacunar a los recién nacidos, según ha explicado a la BBC el director de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Luis Crovetto.
De hecho, recuerda que los bebés son el principal grupo de riesgo de esta enfermedad, cuyas manifestaciones más comunes son fiebre, conjuntivitis, tos y erupciones cutáneas.
Por su parte, el ministro del ramo Juan Manzur ha asegurado que Argentina dispone de dos millones de vacunas, "suficiente" para evitar que se propague el virus, y anima a vacunar a todas las personas "que hayan entrado en contacto con algún contagiado".