MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las áreas corticales de arquitectura más sencilla suelen ser ás vulnerables a enfermedades como el Alzheimer, según ha comentado el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Miguel Ángel García Cabezas, en el III Simposio Fernando Reinoso Suárez, organizado por la Cátedra en Neurociencias UAM-Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.
"La vulnerabilidad selectiva de las neuronas en zonas límbicas de la corteza cerebral humana, que no es aleatoria, sino que parece residir en el plano maestro de la corteza cerebral, que sigue un progresivo y gradual aumento de la complejidad de la arquitectura laminar de la corteza cerebral. Y las áreas corticales de arquitectura más sencilla suelen ser las más vulnerables a enfermedades como el Alzheimer que las áreas de arquitectura más compleja", ha explicado
Asimismo, el profesor del Instituto de Neurociencias de Alicante UMH-CSIC, Víctor Borrell, ha argumentado que la corteza cerebral humana, que permite el extraordinario desarrollo intelectual de nuestra especie, es la parte más evolucionada del cerebro. "Con apenas cuatro milímetros de grosor y con una superficie entre 1.800 a 2.300 centímetros cuadrados, la corteza cerebral guarda el secreto de lo que nos ha permitido pasar del uso de las herramientas más simples de nuestros ancestros a crear herramientas tan complejas como un ordenador portátil o una estación espacial internacional", ha detallado.
Por su parte, el profesor de Investigación en el Instituto Cajal (CSIC), Javier de Felipe, ha detallado que una de las diferencias clave entre el cerebro humano y el de otras especies reside en la microanatomía de las neuronas piramidales, las principales células denominadas de proyección de la corteza cerebral, que conectan con otras partes de la corteza y sistema nervioso, así como en el número, proporción y tipos de interneuronas (células que conectan neuronas entre sí).
Al mismo tiempo, el profesor de la Universidad Libre de Ámsterdam, Huibert Mansvelder, ha comentado que las capacidades cognitivas del ser humano, que se distinguen claramente de las de otras especies animales, se acepta que surgen de la expansión cortical en el curso de la evolución del cerebro humano.
"Esta expansión de la corteza cerebral podría estar impulsada, por un mayor número de neuronas, por adaptaciones en las propiedades de las neuronas individuales y sus circuitos locales", ha explicado Mansvelder, que llevó a cabo parte de su formación en el laboratorio del neurocientífico español Rafael Yuste, en la Universidad de Columbia.
Finalmente, Mansvelder ha destacado también en su presentación los hallazgos sobre las distintas características estructurales, funcionales y transcriptómicas de las neuronas corticales humanas y su organización en la microestructura cortical, en especial en las capas de la corteza cerebral denominadas supragranulares, que muestran la expansión más prominente durante la evolución del cerebro humano, y en las propiedades de sus células principales: las neuronas piramidales.