MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La vuelta a la rutina tras los meses de verano constituye un momento óptimo para iniciar la retirada del pañal en los niños, ya que aún hace calor pero ya vuelven a la guardería o al colegio.
Expertos informan de que la retirada del pañal debería iniciarse entre los dos y tres años durante el día y los tres y cuatro durante la noche. Entre los dos y tres años el niño reconoce que tiene la vejiga lleva y puede controlar la micción ocasionalmente, además de diferenciar entre seco y mojado.
A los tres y cuatro años empezará a controlar dónde y cuándo orinar y comience a despertarse por las noches con la sensación de vejiga muy llena. A partir de ese momento, el control miccional durante el día es total y tiene menor necesidad de orinar por la noche.
La Asociación Española de Pediatría añade que se sabe que el niño puede iniciar el entrenamiento para dejar el pañal a la edad de dos años porque tiene suficiente preparación física. Destaca que puede caminar sin ayuda, tiene buena coordinación de las manos y puede subirse y bajarse los pantalones. Además, dice que ya es capaz de seguir instrucciones, como sentarse en una silla, levantarse o imitar a alguien.
Además, la institución dice que a los dos años un niño ya controla la vejiga: orina bastante de una vez y no en pequeñas cantidades y frecuentes, se mantiene seco durante dos o tres horas y se da cuenta de que va a orinar por los gestos o posturas que pone.
Estos son los principios generales a seguir a la hora de retirar el pañal a los niños, según Ferring.
- Reducir la ingesta de líquidos al acercarse la hora de acostarse.
- Cenar pronto
- Procurar que no esté más de 10 horas de sueño sin orinar.
- Inculcar hábitos miccionales correctos, como postura adecuada y cómoda, con adaptadores de WC si fuera preciso.
- Retirar la ropa interior para que no dificulte la micción.
- Que no corte el chorro ni haga fuerza, para que sea completa y continua.
- Que al principio orine con frecuencia, entre cuatro y ocho veces al día.
- Todo debe llevarse a cabo con mucha paciencia y cariño. Hay que evitar posibles castigos o actitudes que le avergüencen, animarle y motivarle en el proceso.
ENURESIS NOCTURNA
Una correcta retirada del pañal evita futuros casos de enuresis nocturna. La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria define la enuresis como la "eliminación nocturna, involuntaria y funcionalmente normal de orina que ocurre a una edad en la que cabe esperarse en el niño un control voluntario de la micción". Se estima que tiene una incidencia del 16 por ciento a los cinco años y del 10 por ciento a los 6 años.
Después de los 5 años, la enuresis nocturna precisa tratamiento personalizado. Es importante que sea valorada por el pediatra, urólogo o nefrólogo pediátrico, que es quien realmente puede determinar la causa de este desarreglo y descartar la existencia de patologías asociadas más graves como la diabetes, infecciones del aparato urinario, malformaciones, etc., aplicando medidas conductuales o tratamiento si fuera preciso.
De no abordarse el problema, puede persistir en la edad adulta, en la que su incidencia se calcula en un 1 por ciento en los mayores de 15 años. La principal consecuencia de no tratar la enuresis es el deterioro de la calidad de vida y la autoestima del niño que siente vergüenza, se niega a participar en actividades sociales propias de su edad como acudir a campamentos o dormir en casa de sus amigos, afectando a su rendimiento escolar.
No debe esperarse a que el trastorno se solucione espontáneamente, sobre todo si existen antecedentes familiares, pues se sabe que la enfermedad tiene un componente hereditario importante.