MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La genética está aportando grandes beneficios a la investigación criminalística, gracias a que cada vez hay más instrumentos y técnicas capaces de detectar con mayor precisión el ADN de los individuos, el cual se incrusta durante años en diferentes lugares, siempre y cuando no sean contaminados con otros productos.
Así lo ha asegurado este miércoles la gerente del laboratorio de Identificación Genética de GENOMICA S.A.U (Grupo Zeltia), Amaya Gorostiza, durante un encuentro organizado por Promega Biotech Ibérica, que este año cumple su X aniversario en España y que cuenta con 'kits' y equipos para extraer ADN y ARN, enzimas para recortar las secuencias del ADN e instrumentos para multiplicar y pegar secuencias del mismo.
Un pelo con o sin raíz, una muestra de saliva, semen o sangre es suficiente para detectar el ADN del individuo, ya sea para conocer el parentesco de la persona o para esclarecer un crimen. En este sentido, la experta ha analizado los usos y aplicaciones de los distintos marcadores genéticos y el camino que se debe seguir para obtener una huella genética.
Se trata de marcadores STRs llamados 'de repetición' que permiten resolver casos de filiación o parentesco, así como delitos relacionados con agresiones sexuales o secuestros. Además, existe otro marcador, el ADN mitocondrial, que se usa para esclarecer casos judiciales forenses como, por ejemplo, se hizo para la identificación de los restos de la familia Romanov.
Todos estos marcadores se pueden también encontrar en los sellos y sobres que hace años fueron pegados, en las capuchas, sombreros, cepillos de dientes, cascos, recipientes de bebidas o en los cuellos y puños de los abrigos. De hecho, Gorostiza ha asegurado que se han utilizado servilletas de los bares para conocer el ADN de una persona.
Ahora bien, la experta ha avisado de que el ADN "no es la panacea" y que no es posible, como así lo muestran en diferentes series y películas policíacas, detectar a dos personas a través de sangre que ha sido mezclada. "Ni es tan rápido, ni tan limpio, ni tan complicado como aparece en la ficción", ha recalcado.
'FOOD FORENSIC' PARA DETECCIÓN DE PATÓGENOS EN LOS ALIMENTOS
Por otra parte, el director general de Microbial, Jesús García-Gil, ha explicado la investigación de ADN en el terreno alimentario, llamada 'Food Forensic', la cual sirve para detectar los patógenos y compuestos que adulteran la naturaleza de los alimentos.
Y es que, tal y como ha informado, en 2014 en Estados Unidos se registraron 48 millones de casos de intoxicación por alimentos, con 128.000 hospitalizaciones y 3.000 muertes. En la Unión Europea el número de intoxicaciones ascendió a los 320.000.
"La ciencia forense alimentaria está ayudando a asegurar que los alimentos que consumimos no son un peligro para la salud", ha aseverado García-Gil. Para ello, prosigue, se utilizan diversas técnicas como, por ejemplo, la 'PCR Mutiplex', que consigue fabricar múltiples copias de una secuencia de ADN.
Esta técnica es capaz de determinar los alérgenos en personas susceptibles; las carnes que hay, por ejemplo, en el embutido; el origen de cada una de las diferentes leches con las que se ha elaborado un determinado queso y en qué porcentaje; o, incluso, la procedencia geográfica de un aceite de oliva.
También, analiza organismos genéticamente modificados, los denominados GMOs, detectando la cantidad de transgénico que contiene un alimento. "En definitiva, estas técnicas basadas en el ADN permiten extender la ciencia forense al análisis de los alimentos para beneficio y seguridad del consumidor", ha recalcado García-Gil.