MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las personas con apnea obstructiva del sueño suelen roncar fuerte, su respiración se interrumpe y se detiene durante la noche, y pueden despertarse varias veces. Esto no solo causa somnolencia excesiva, sino que también puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Durante las olas de calor, aumenta el número de personas que padecen apnea obstructiva del sueño (AOS), según un importante estudio realizado por expertos de la Universidad de Flinders (Australia) y publicado en el 'European Respiratory Journal'.
Los investigadores destacan que sus hallazgos son particularmente importantes ya que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático.
GRAN ESTUDIO: 67.558 PERSONAS, 17 PAÍSES
La investigación fue realizada por un equipo del Instituto de Salud del Sueño de Adelaida y del FHMRI Sleep Health de la Universidad de Flinders (Australia), dirigido por la doctora Lucía Pinilla. Los investigadores analizaron datos de 67.558 personas en 17 países europeos, quienes utilizan regularmente sensores de sueño bajo el colchón y aceptaron compartir sus datos de forma anónima.
Los sensores de sueño registran patrones de sueño, ronquidos, apneas (pausas en la respiración) y frecuencia cardíaca. La mayoría de los participantes eran hombres (79%), con una edad promedio de 52 años.
Los investigadores analizaron los datos del sueño durante cinco veranos europeos, desde enero de 2020 hasta septiembre de 2024. Compararon la ubicación de cada participante con las temperaturas nocturnas locales para evaluar el impacto de las olas de calor. Durante el período de estudio, hubo en promedio dos o tres olas de calor al año, y cada ola de calor duró alrededor de cuatro a cinco días.
Al analizar los datos, los investigadores descubrieron que el riesgo de padecer AOS de moderada a grave aumentaba un 13% durante el pico de una ola de calor. También descubrieron que, por cada aumento de 1 °C en la temperatura nocturna durante una ola de calor, la prevalencia de AOS de moderada a grave aumentaba un 1,1%. El riesgo era aún mayor cuando la humedad también era alta.
"Nuestros resultados muestran que, durante las olas de calor del verano, la apnea obstructiva del sueño se volvió más frecuente y grave. La AOS debería considerarse ahora junto con otras enfermedades crónicas agravadas por el cambio climático. Las olas de calor no solo son incómodas, sino que también pueden afectar directamente nuestra respiración y sueño", SEÑALA pinilla
Es probable que estos efectos sean similares en otras partes del mundo y podrían ser incluso más pronunciados en regiones con climas más cálidos o olas de calor más frecuentes. Sin embargo, factores como la calidad de la vivienda y el acceso al aire acondicionado podrían influir en la gravedad del impacto.
POR QUÉ LA AOS EMPEORA
El equipo ahora planea investigar cómo las noches calurosas afectan la respiración durante el sueño, por qué la AOS empeora y si las estrategias de enfriamiento o los cambios de comportamiento pueden ayudar a reducir el impacto.
La profesora Sofia Schiza, jefa del grupo de la Sociedad Respiratoria Europea sobre trastornos respiratorios del sueño, con sede en la Universidad de Creta, Grecia, que no participó en la investigación, agrega que "la apnea obstructiva del sueño es una afección común que puede aumentar el riesgo de problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, pero muchos pacientes no se dan cuenta de que tienen un problema".
"Esta investigación muestra cómo las olas de calor, donde la temperatura se mantiene alta durante la noche, aumentan el riesgo de AOS. Este hallazgo resalta la importancia de prepararse para las noches calurosas, por ejemplo, usando un ventilador y bebiendo abundante agua, especialmente para las personas con trastornos del sueño. También sugiere que es probable que la AOS se vuelva más común y grave debido al calentamiento global", añade.