MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La infección por la variante ómicron de la COVID-19 genera anticuerpos duraderos en la mucosa, lo que reduce el riesgo de reinfección, según un estudio realizado por investigadores del Karolinska Institutet y el Hospital Danderyd de Suecia.
Los resultados, publicados en la revista científica 'The Lancet Infectious Diseases', han evidenciado que los altos niveles de anticuerpos IgA mucosos en las vías respiratorias protegen contra la infección por SARS-CoV-2 durante al menos ocho meses.
En el estudio, denominado 'COMMUNITY', participaron 2.149 trabajadores sanitarios en la primavera de 2020 en el Hospital Danderyd de Suecia. Desde entonces, se ha hecho un seguimiento de los participantes en el estudio y de sus respuestas inmunitarias frente al SRAS-CoV-2 mediante muestreos periódicos de sangre y vías respiratorias, junto con análisis de PCR.
Un subestudio realizado en enero y febrero de 2022, en el que se examinó a 338 trabajadores sanitarios con triple vacunación para detectar la infección por SARS-CoV-2, reveló que los participantes con niveles altos (cuartil superior) de anticuerpos IgA en la mucosa de las vías respiratorias tenían la mitad de riesgo de infectarse por ómicron que los que no tenían anticuerpos o tenían niveles bajos.
Los investigadores han continuado el seguimiento de estos participantes y han comprobado que la protección es duradera durante al menos ocho meses.
UN 90% MENOS DE RIESGO DE REINFECCIÓN
Los participantes infectados por ómicron presentaban un aumento de más de 40 veces en los anticuerpos IgA de la mucosa, incluso si la infección era leve.
El estudio de seguimiento revela ahora una buena durabilidad de estos anticuerpos, y la mayoría de los participantes siguen teniendo niveles protectores siete meses después de la infección. Los que se infectaron con las variantes BA.1 o BA.2 de ómicron tenían un riesgo un 90 por ciento menor de volver a infectarse con la variante BA.5 de ómicron.
"Los anticuerpos en la sangre protegen de la enfermedad grave, pero si queremos limitar la infección, la transmisión viral y la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2, necesitamos reforzar nuestra inmunidad en la superficie de las mucosas, que es el punto de entrada viral. Esto no se consigue con las vacunas de administración intramuscular empleadas actualmente. Pero la esperanza es que una vacuna nasal pueda generar respuestas inmunitarias en las mucosas similares a las observadas tras la infección, y bloquear así la cadena de transmisión", ha comentado la doctora Charlotte Thalin, líder del estudio.
Los investigadores también han estudiado el impacto de las infecciones repetidas y han descubierto que los participantes con una infección previa por SARS-CoV-2 generaban una respuesta inmunitaria de las mucosas más fuerte a la infección por ómicron.
"Los resultados nos muestran que es posible recordar respuestas protectoras y duraderas de anticuerpos IgA de la mucosa en las vías respiratorias, y que estas respuestas aumentan con el número de infecciones. Aunque estos resultados no son sorprendentes, son importantes para el desarrollo de vacunas nasales", ha afirmado la doctora Ulrika Marking, estudiante de doctorado en el Karolinska Institutet y primera autora del artículo.