Los anticuerpos cooperan para dar una mejor respuesta inmune contra la malaria

Mosquito Anopheles, malaria
DC DE ESTADOS UNIDOS - Archivo
Actualizado: lunes, 11 junio 2018 7:15

MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La malaria es una de las enfermedades infecciosas más infligidas en todo el mundo. Científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ, por sus siglas en inglés) en Heidelberg, Alemania, y del Hospital para Niños Enfermos (SickKids) en Toronto, Canadá, han estudiado cómo el sistema inmunitario humano combate las infecciones de la malaria.

En este trabajo, los investigadores descubrieron una característica previamente desconocida de los anticuerpos contra el parásito de la malaria: pueden cooperar entre sí, uniéndose aún más fuerte a los patógenos y mejorando la respuesta inmune. Se espera que los resultados, que se publican en 'Science', ayuden a desarrollar una vacuna más efectiva contra la enfermedad.

Cada año, aproximadamente 200 millones de personas contraen la malaria y aproximadamente 440.000 personas sucumben a la enfermedad infecciosa. Aunque se considera una enfermedad tropical, la malaria puede ocurrir en regiones tropicales y subtropicales. También hay casos de malaria en Alemania, con entre 500 y 600 pacientes por año. La mayoría de estos casos son viajeros que regresan de regiones endémicas de malaria en África o Asia.

"La gravedad del curso de la malaria depende de la respuesta inmune del organismo --explica Hedda Wardemann, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (Deutsches Krebsforschungszentrum, DKFZ--. Las células inmunes pueden destruir los patógenos que han invadido el cuerpo después de una picadura de mosquito".

En las regiones donde la malaria está muy extendida, las personas a menudo muestran una cierta inmunidad que previene un curso severo de la enfermedad. Como resultado de la exposición repetida al parásito de la malaria, sus cuerpos han podido mejorar su respuesta inmune a la enfermedad. Se supone que una vacuna proporciona el mismo tipo de inmunidad, pero sin tener que pasar por una infección.

"Estudiar la respuesta inmune de personas que han estado expuestas a parásitos de la malaria puede proporcionar pistas sobre cómo podemos hacer una vacuna contra la malaria", explica Jean-Philippe Julien, científico de SickKids, con quien Wardemann y su equipo investigaron anticuerpos contra el patógeno de la malaria. Los anticuerpos se obtuvieron de participantes del estudio que han tenido contacto repetido con el parásito en el pasado.

LA ESTRUCTURA OBJETIVO DONDE SE ADHIEREN LOS ANTICUERPOS, CLAVE

Los anticuerpos son actores del sistema inmune. Se adhieren a objetivos específicos en la superficie de los patógenos para poder bloquear su desarrollo y señalarlos para su destrucción. Para que un anticuerpo prevenga eficazmente la infección, su afinidad (la fuerza de su interacción con el patógeno) es fundamental. El sistema inmune específicamente multiplica anticuerpos con alta afinidad para asegurar que estén presentes si el cuerpo se infecta nuevamente con el mismo patógeno.

Entre los anticuerpos estudiados, los científicos de DKFZ y SickKids encontraron un grupo que mostraba una característica previamente desapercibida que parece ser valiosa para el sistema inmune: interactúan directamente entre sí. Los anticuerpos pueden hacerlo porque la estructura objetivo donde los anticuerpos se unen a la superficie del patógeno de la malaria tiene una característica especial. "La proteína contiene una secuencia corta de cuatro motivos que se repite muchas veces", explica el inmunólogo Wardemann.

Un anticuerpo puede unirse a cada una de las repeticiones de secuencia y los anticuerpos vecinos pueden interactuar directamente entre sí. "Este tipo de cooperación entre anticuerpos se desconoce hasta ahora en humanos --dice Julien--. De forma indirecta, aumenta la afinidad de los anticuerpos contra el patógeno, lo que explica por qué nuestro sistema inmunológico selecciona estos anticuerpos".

El sistema inmunitario humano almacena estos anticuerpos protectores con el fin de obtener una mejor respuesta en caso de una nueva infección con el mismo agente patógeno. Las enfermedades posteriores pueden tomar un curso más suave, o evitarse por completo. Esto imita el efecto de inmunización de las vacunas.

A partir de ahora, los científicos planean investigar cómo se pueden usar sus resultados para mejorar la protección de la inmunización contra la malaria y acercarlos un paso más a una vacuna contra la malaria. Además, explorarán si estas observaciones pueden transferirse a otras moléculas repetitivas que están presentes en otros patógenos.

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