MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los adultos tienen respuestas de memoria estables de anticuerpos y células T que combaten los coronavirus comunes, presumiblemente derivadas de múltiples exposiciones a ellos en la infancia. Gracias a este ejército de células inmunitarias, estas infecciones en la edad adulta tienden a ser poco frecuentes y leves, según un estudio realizado por científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla (Estados Unidos).
Estos hallazgos, publicados en la revista científica 'Cell Host & Microbe, pueden ser una pista de cómo se puede crear inmunidad contra el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, y los principales investigadores piensan que las vacunas de refuerzo contra la COVID-19 disponibles hoy en día pueden ser fundamentales para la inmunidad a largo plazo.
Estos investigadores se preguntaron si los coronavirus plantean algún reto especial al sistema inmunitario. El SARS-CoV-2 ha circulado durante apenas dos años (y ha seguido evolucionando en ese tiempo), por lo que los investigadores se fijaron en la memoria inmunitaria a largo plazo de los coronavirus del resfriado común.
Para no confundir los datos, necesitaban analizar muestras de personas nunca expuestas al SARS-CoV-2. Por suerte, disponían de muestras de sangre tomadas para un estudio anterior de estos mismos investigadores antes de la pandemia. Los pacientes de este grupo eran todos adultos jóvenes, y era seguro suponer que habían estado expuestos al coronavirus varias veces.
Como sabe cualquiera que tenga hijos pequeños, los resfriados comunes parecen golpear a los niños pequeños una y otra vez. Estas enfermedades infantiles provocan una fuerte memoria inmunitaria. A medida que los niños atraviesan el guante de gérmenes de la escolarización temprana, su sistema inmunitario también se educa.
Los investigadores descubrieron que los adultos tienen una memoria inmunitaria estable y tienden a contraer coronavirus sólo cada ocho años aproximadamente. "La respuesta inmunitaria es notablemente estable y duradera a lo largo del tiempo", afirma el doctor Ricardo Da Silva Antunes, uno de los líderes del trabajo.
El SARS-CoV-2 es diferente de los coronavirus, pero tienen muchas similitudes estructurales, y trabajos científicos anteriores sugieren que el sistema inmunitario reconoce las similitudes entre los distintos coronavirus.
Para el nuevo estudio, los investigadores también demostraron que los anticuerpos y las células T de este grupo de adultos sanos podían presentar una reacción cruzada con el SARS-CoV-2. Esta reactividad cruzada podría ayudar a proteger a una persona contra el COVID-19 grave, y el hallazgo refuerza la idea de que el sistema inmunitario ve los coronavirus y el SARS-CoV-2 de forma similar.
Si el patrón observado en la inmunidad frente a la coronavirus se mantiene en el caso del SARS-CoV-2, a medida que la población adquiere más inmunidad, las reinfecciones deberían ser menos frecuentes con el tiempo y los síntomas del COVID-19 deberían ser menos graves.
El aumento de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 puede complicar el proceso de creación de inmunidad, pero "ciertamente hay razones para suponer que, con el tiempo, éste será el resultado final; pero todavía no hemos llegado a ese punto", dice Sette, otro de los autores.