MADRID 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los antibióticos consiguen reducir al mínimo la biodiversidad de las bacterias intestinales después de 11 días, tal y como han asegurado los expertos que han participado en diciembre en una jornada sobre interacciones de alimentos y fármacos que ha organizado HM Hospitales junto a la Universidad CEU San Pablo de Madrid y al Instituto Tomás Pascual.
En este evento se han expuesto las pautas necesarias "para evitar los efectos negativos que podría ocasionar en el paciente la mezcla entre algunos fármacos y nutrientes", señalan los especialistas. Para ellos, el concepto de la interacción dieta y xenobiótico "amplía de forma más general el concepto tradicional de interacción dieta-medicamento al del de los compuestos bioactivos, aditivos, contaminantes o alérgenos".
En este sentido, sostienen que las interacciones que se puede producir entre estos dos grupos se pueden clasificar según el mecanismo que explica a ésta, "que puede ser farmacocinético y farmacodinámico". Cualquiera de ellas se ha asociado a diversos desórdenes intestinales, como "la enfermedad de Crohn o el síndrome de colon irritable", explican.
Uno de los participantes en la jornada de HM Hospitales ha sido el director de Farmacia de estos centros hospitalarios, José Manuel Ortega, que sostiene que "se puede definir una interacción entre alimentos y medicamentos como la que resulta en la aparición de un efecto farmacológico, tóxico o terapéutico, de intensidad mayor o menor de la esperada, que se presenta como consecuencia de la acción o presencia de una alimento sobre un fármaco o viceversa".
Particularizando en ellas, destaca a la del 'Sintrom' con alimentos que contienen gran cantidad de vitamina K, como "las coles de Bruselas, la coliflor, y el repollo"; los cuales "pueden disminuir los efectos de este último". Además, el pomelo "es un inhibidor enzimático de muchos medicamentos", con lo cual muchos de ellos "aumentan los niveles plasmáticos y su toxicidad", subraya.
PIERDEN PARTE DE SU CAPACIDAD DE PRODUCIR PROTEÍNAS
Los antibióticos producen cambios en los patrones microbianos y metabólicos del intestino, tal y como ha demostrado un estudio llevado a cabo por la Universidad CEU San Pablo y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado por la revista 'Gut'. Para los investigadores, estos medicamentos "puede alterar la simbiosis de las bacterias desde etapas tempranas de la terapia".
Además, exponen que a pesar de que al terminar el tratamiento el paciente presenta una población bacteriana similar a la que tenía al principio, "éstas tienen una menor capacidad de producción de proteínas, así como deficiencias clave". Todo ello afecta a la flora intestinal, que es importante porque "tanto sus genes, como su actividades biológicas, pueden contribuir a la salud o al desarrollo de enfermedades", afirma Ortega.
"Actúa como defensa del organismo humano y, además, favorece los procesos de digestión y metabólicos, por lo que también tiene una influencia decisiva en la nutrición", continúa el experto. Por ello, propone "reponer la flora con Lactobacillus acidophillus, que supuestamente reemplazan la flora patógena por flora normal".
Por último, el responsable de Farmacia en HM Hospitales destaca que este centro está desarrollando un programa de prescripción electrónica asistida "en el que hay una sección que contempla las interacciones medicamento-alimento". Éste genera alertas e informa sobre las condiciones de administración de fármacos "para evitar una posible interacción o beneficiarse de ella, según el proceso de absorción del medicamento", concluye.