VALNCIA 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Andar descalzo produce beneficios tanto a nivel físico como cognitivo en los niños, según señala el podólogo de la Unidad de Podoactiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, Jairo Casal.
Tal como explica el profesional, "los niños a edad temprana tienen la sensibilidad del pie más desarrollada, y es aconsejable dejarlos andar descalzos para que experimenten y desarrollen la sensibilidad al tacto y temperatura en diferentes superficies".
El podólogo ha señalado que "ir descalzos activa todos los sentidos y origina que los más pequeños analicen el entorno en el que se mueven, lo evalúen y se adapten a él".
"El hecho de andar descalzos, ayuda en el desarrollo muscular del pie y a formar el arco plantar, por lo que tienen pies más fortalecidos". Además, Casal ha detallado que "se fortalecen las articulaciones y músculos del pie lo que origina una mejor postura y equilibrio de los niños, evitando lesiones y además facilita la circulación sanguínea".
Según el especialista, otra ventaja "muy importante" es que favorece la maduración del sistema nervioso y por tanto el desarrollo cerebral, "el pie del recién nacido, tiene una sensibilidad mucho mayor que la de su mano, así que las terminaciones nerviosas sensitivas de su pie son fundamentales para su desarrollo emocional". "La información táctil y perceptiva que reciben a través de sus pies favorece la maduración de sus habilidades motoras", añade.
PRECAUCIONES
No hay que olvidar proteger los pies de la arena caliente y de las zonas húmedas de las piscinas y baños públicos, además de poner siempre crema solar para evitar las quemaduras solares, ha advertido el especialista.
"Los contagios por hongos o virus como el papiloma que se concentran en las zonas húmedas se pueden evitar con chanclas o cangrejeras que les sujeten bien el pie. Lo que sí que hay que evitar son chanclas de dedos en niños muy pequeños ya que no son estables", afirma Jairo Casal.
"No son aconsejables los zuecos de plástico en niños, son anchos y no sujetan nada el pie. Favorecen la garra en los dedos y los pies no tienen estabilidad. Además, con este tipo de zapatos el pie no transpira. Mi consejo es acudir a playa o piscina con el calzado de piel habitual y allí cambiar a las chanclas o cangrejeras", concluye el podólogo.