SEVILLA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 66,5 por ciento de los hogares andaluces utiliza alguno de los 3.089 punto Sigre ubicados en las farmacias de la comunidad, lo que ha permitido que en 2008 se recogiese una media mensual de 4,76 kilos de medicamentos en desuso por cada 1.000 habitantes, frente a los 4,26 kilos de media recogidos el año anterior, según se desprende de la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente realizada por el Instituto Nacional de Estadística.
Según este trabajo, consultado por Europa Press, Huelva es la provincia andaluza que más recicla de media mensual, con 5,40 kilos por millar de habitantes; seguida de Sevilla, con 5,27 kilos por cada 1.000 habitantes; y Córdoba y Granada, ambas con 4,98 kilos de media. Le sigue Cádiz, con 4,57 kilos de media mensual, Jaén (4,36 kg), Málaga (4,30 kg) y Almería (4,04 Kg).
Además, dicha dicha encuesta revela los restos de medicamentos lideran el grupo de residuos generados en el hogar que más se reciclan, seguido de los restos de vidrio, papel y cartón, pilas y envases de plástico.
De hecho, este hábito ha permitido que durante el pasado año el reciclado de medicamentos haya aumentado en Andalucía un 11,74 por ciento, al pasar de los 4,26 kilos de fármacos reciclados de media mensual por cada millar de habitantes en 2007 a los 4,76 kilos de 2008.
Según fuentes de Sigre consultadas por Europa Press, el crecimiento andaluz, superior al experimentado a nivel nacional, que se situó en el 9,3 por ciento, ha permitido igualmente que Andalucía se sitúe como la cuarta comunidad autónoma que más ha crecido en en cuanto a su reciclado, sólo superada por Canarias, cuyo crecimiento fue del 29,60 por ciento; Comunidad Valenciana, con un 12,14 por ciento; y Extremadura, con un 11,95 por ciento.
Además, este trabajo recuerda que, a los evidentes beneficios medioambientales que se derivan de esta practica, se añade la ventaja sanitaria derivado de retirar de los hogares los medicamentos caducados, en mal estado de conservación o que ya no se recuerda para qué fueron prescritos.
Así, el 73 por ciento de la población considera que automedicarse con los restos de medicamentos sobrantes, esto es, los que se han guardado en el botiquín tras finalizar un tratamiento, puede entrañar algún riesgo para su salud o la de su familia.
Este dato se recoge en el estudio de opinión realizado por 'SIGRE Medicamento y Medio Ambiente' a nivel nacional para conocer los hábitos sanitarios y medioambientales de los españoles sobre el uso del medicamento. Dicho estudio sostiene que ocho de cada diez ciudadanos opinan que desprenderse inadecuadamente de los restos de fármacos puede resultar perjudicial para el medio ambiente.
Con todo, los usuarios siguen manifestando mayoritariamente que otros residuos que se generan en sus domicilios, como por ejemplo, pilas, aparatos electrónicos o fluorescentes, requieren de una mayor atención por ser potencialmente más perjudiciales para el medio ambiente.
Según el estudio realizado por Sigre, hay dos momentos clave en los que el ciudadano lleva los restos de medicamentos y sus envases al Punto SIGRE de la farmacia: al finalizar un tratamiento y al revisar el botiquín doméstico.
Finalmente, este trabajo recuerda que, además de llevar los restos de medicamentos al 'Punto SIGRE' de cada farmacia, también se debe llevar los envases, cajas, blisteres, frascos y tubos que hayan contenido medicamentos, aunque estén vacíos, ya que pueden contener trazas o restos de éstos y hay que darles un correcto tratamiento medioambiental.