La incidencia se ha detectado tras la denuncia de un consumidor que había sufrido una reacción alérgica cutánea
SEVILLA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud ha ordenado la retirada de dos modelos de zapatos, de la temporada de invierno 2009-2010, que estaban contaminados con dimetilfumarato y que contenían cantidades de esta sustancia superiores a lo permitido por ley, que es de 0'1 mg/kg, tras los análisis de las muestras tomadas.
En una nota, la Consejería del ramo ha informado este martes que los productos se han localizado tras la denuncia de un consumidor que había sufrido una reacción alérgica cutánea.
Así, y una vez comprobada la incidencia, se ha procedido a la inmovilización de la mercancía y se ha comunicado a todos los servicios provinciales de Consumo de Andalucía para que se retire del mercado aunque, al tratarse de un producto de temporadas pasadas, es poco probable que haya existencias en los comercios. También se ha informado al Instituto Nacional de Consumo (INC) que lo ha incluido en la red de alerta nacional.
El dimetilfumarato es un compuesto químico que se utiliza como fungicida pero que puede causar reacciones alérgicas a ciertas personas, como picor, enrojecimiento de la piel, erupciones, quemaduras y eczemas.
Esta sustancia se presenta, habitualmente, como unas bolitas con apariencia blanca y cristalina. Al sustituir la función del gel de sílice, como inhibidor del moho en los calzados, su presentación viene de la misma forma en bolsitas. Este antihongos se evapora fácilmente y puede extenderse por todo el zapato aunque no tiene porqué causar problemas; incluso tiene un uso médico en el tratamiento de la psoriasis.
TRATAMIENTO MÉDICO
El tratamiento médico es únicamente sintomático y depende del grado de afectación. No obstnate, pueden prescribirse corticoides para reducir la inflamación, antihistamínicos para contrarrestar la reacción alérgica y antibióticos para prevenir una posible infección en la piel.
Ante cualquier síntoma, Salud recomienda dejar de utilizar el calzado, acudir al médico y poner el hecho en conocimiento de las autoridades de Consumo. Para cualquier reclamación es aconsejable guardar el ticket de compra, la caja o incluso las propias bolsitas para documentar esa queja, así como el parte médico en el que se indique la lesión y el tratamiento.
Antes de adquirir cualquier calzado, es conveniente observar si la caja de los zapatos contiene las bolsitas desecantes correctas, de gel de sílice. También se recomienda consultar la lista de la red de alerta. La lista de productos notificados en España pueden consultarse en 'www.consumo-inc.es/Seguridad/Notificaciones_Alertas_CCAA.htm'.