La supervivencia se sitúa en el 2% de las personas que sufren una parada, cifra "muy alejada" de la media nacional, que ronda el 10%
SEVILLA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El índice de supervivencia de las personas que sufren una parada cardiorrespiratoria en Andalucía se sitúa tan sólo en un 2 por ciento de esta población diana, una cifra que se encuentra "muy alejada" de la media nacional, que ronda el 10 por ciento, según revela el estudio realizado por el Grupo DESA de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias Sanitarias (SEMES) en esta comunidad.
De hecho, este trabajo sitúa a la comunidad andaluza "en el 'vagón de cola' de tasa de supervivencia a nivel nacional", según ha advertido este jueves el vicepresidente de SEMES, José Antonio Saucedo, en el marco del congreso regional que se está celebrando desde hoy y hasta el próximo sábado en Málaga.
Saucedo, técnico de emergencias de EPES 061 de Jaén, ha detallado a este respecto que informes como el que ha elaborado el Grupo DESA ponen de manifiesto la urgencia de crear una red de espacios cardioprotegidos dotados de desfibriladores que puedan utilizar ciudadanos que hayan recibido formación para su uso para tratar de aumentar así los índices de supervivencia.
Andalucía, según recoge el trabajo de SEMES, es la comunidad española con niveles más bajos de supervivencia cuando se produce un episodio de estas características. Para abundar en la efectividad de los espacios cardioprotegidos y, por ende, del uso y formación de los aparatos, Saucedo ha puesto como ejemplo el caso de Galicia, donde sobrevive entre el 15 y el 17 por ciento de quienes padecen una parada cardiorrespiratoria gracias a la puesta en marcha de medidas como las que plantea SEMES Andalucía.
"Hay países en la UE donde la supervivencia llega al 40 por ciento, así que tenemos que seguir esa línea de trabajo, que consiste en formar a los ciudadanos de a pie en el manejo de los desfibriladores y, lógicamente, lograr que haya una dotación de recursos suficiente", ha advertido.
No obstante, ha resaltado que el Grupo DESA de la SEMES ya viene trabajando en la materia desde que la Junta de Andalucía publicó un decreto para permitir que personal no sanitario pudiera manejar esta tecnología. En este sentido, Saucedo ha precisado que el colectivo al que representa forma alrededor de 7.000 personas al año en este ámbito, si bien ha puntualizado que su intención es multiplicar estas cifras para que cada vez haya más personas con capacidad para socorrer "de manera precoz" a quien sufre una parada cardiorrespiratoria.
El dirigente de la SEMES también ha aludido a otros estudios que sostienen que cada 20 minutos se produce uno de estos episodios en España y que si la intervención llega pasados los 10 minutos "la supervivencia puede ser del cero por ciento".
Saucedo ha recordado que el protocolo de actuación en estas situaciones comienza en todo caso con la alerta temprana, es decir, la llamada a los servicios de emergencia, "aunque posteriormente ha de procederse al soporte vital básico, la citada desfibrilación precoz, el soporte vital avanzado y, por último, los llamados cuidados cardiacos de post-resucitación".
Al profundizar en la red de espacios cardiorrespiratorios que plantea el Grupo DESA, este experto ha detallado que el estudio realizado estima que tiene que haber, al menos, diez desfribiladores por cada 50.000 habitantes ubicados en zonas públicas.
Esta ratio puede traducirse en que sólo en las capitales de Almería debe haber 38; en Cádiz, 25; en Córdoba, 66; en Granada, 48; en Huelva, 30; en Jaén, 23; en Málaga, 114; y en Sevilla, 140. Para Saucedo, a estos dispositivos habría que añadir "los aparatos necesarios en espacios donde existe una elevada aglomeración de personas de manera ocasional o permanente".