MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres, los bebés, los adolescentes y los ancianos son los grupos poblacionales que mayores carencias de vitamina D muestran, según han avisado los expertos.
Además, datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad señalan que la deficiencia crónica de vitamina D es muy frecuente entre la población mayor de 50 años con una prevalencia mayor entre mujeres a partir de los 45 años.
Los motivos de la deficiencia pueden ser culturales, ya que los habitantes de las regiones más cálidas tienden a cubrirse o refugiarse del sol, lo que dificultaría la absorción de esta vitamina. De hecho, según estudios recientes, la vitamina D cuenta con niveles más bajos en las poblaciones del sur de Europa que en los países nórdicos.
Por otra parte, también podría influir la ingesta deficitaria de esta vitamina a través de la dieta. Según un estudio científico de la Fundación Española de la Nutrición, nueve de cada diez españoles ingieren un 80 por ciento menos de la recomendación diaria de consumo de este componente.
La vitamina D es importante para toda la población, ya que "interviene en el crecimiento y desarrollo del esqueleto y favorece la absorción del calcio", ha explicado la nutricionista Eva Bautista.
"Su deficiencia puede producir una mala recuperación en lesiones, raquitismo en niños y osteomalacia en adultos, además de existir una mayor predisposición a fracturas óseas", ha añadido.
Los síntomas de padecer niveles insuficientes de vitamina D son fatiga, cansancio, pesimismo y estado de ánimo deprimido, ligera excitabilidad, debilidad muscular, laguidez, nerviosismo, insomnio, antojo de comer dulces, miopía, caries y gingivitis.
¿CÓMO PUEDE EVITARSE O SOLUCIONARSE LA CARENCIA?
La carencia de vitamina D puede evitarse o solucionarse a través de dos vías: cambios en la dieta y prolongar la exposición al sol.
En cuanto a los cambios en la dieta, "que deben consumirse en una alimentación equilibrada saludable a lo largo de todo el año", según la experta, ayuda incluir alimentos ricos en esta vitamina, como el pescado azul, el hígado, el queso, los lácteos enteros y el huevo.
Bautista precisa que veganos y vegetarianos no necesitan llevar a cabo unas recomendaciones específicas en este sentido.
En cuanto al sol, la mayoría de las personas satisfacen sus necesidades de vitamina D exponiéndose al sol unos 10 o 15 minutos tres veces a la semana, pero las exposiciones debe ser "seguras y racionales", tal y como ha explicado la jefa de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, la doctora Cristina Villegas.
"Teniendo en cuenta que la vida media de la vitamina D es de entre 12 y 22 días, bastaría con 10 o 15 minutos de sol diarios para mantener una síntesis adecuada de vitamina D", ha explicado.
No obstante, ha incidido en que es preferible la exposición en las primeras horas de la mañana y reducirla en las horas de mediodía; usar ropas, sombreros y gafas adecuados.
También se deben utilizar fotoprotectores de amplio espectro, que "absorben la radiación solar en diferente medida antes de que ésta penetre en la piel, pero no la impiden de forma completa", según la doctora Villegas.
La radiación solar de forma incontrolada tiene efectos perjudiciales para la piel: quemaduras, fotosensibilidad, fotodermatosis, inmunodepresión, fotoenvejecimiento y fotocarcinogénesis, entre otros.