MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio pionero en el que ha participado la compañía OncoDNA ha demostrado el impacto del perfil molecular en la evolución del cáncer. La supervivencia libre de progresión (SLP) fue mayor en el grupo de pacientes tratados según la recomendación proporcionada por los análisis genómicos, con un promedio de 12 meses, frente a 5,2 meses en los que no se siguieron las pautas del trabajo.
En la investigación, publicada en la revista 'Annals of Clinical Oncology', se han perfilado los tejidos tumorales de 50 pacientes adultos altamente tratados, con una media de edad de 56 años y una mayoría femenina (76%), con cáncer metastásico refractario. Más de la mitad de los casos analizados tenían su origen en mama, pulmón y ovario, y en el 88 por ciento de ellos se detectó, al menos, una alteración genética a través del análisis genómico de biopsia de tejido.
Los resultados de los estudios moleculares realizados han guiado de manera personalizada el tratamiento del 58 por ciento del total de los pacientes incluidos en el estudio. Los datos arrojados indican una reducción del 68 por ciento en el riesgo de progresión en el grupo de pacientes tratados en base a los resultados del estudio genómico.
"Cuando se siguen las recomendaciones de los perfiles moleculares, hay un impacto muy claro en la evolución del cáncer. Se puede argumentar que un perfil temprano combinado con la terapia correspondiente podría incluso mejorar la duración de la respuesta", ha comentado el director of International Medical Center, Ezzeldin M. Ibrahim.
El perfil tumoral de los pacientes se realizó en tejido embebido en parafina utilizando varias plataformas genómicas actualmente disponibles en el mercado. La herramienta más utilizada fue 'OncoDEEP' v.5, una plataforma de secuenciación de última generación (NGS) de 75 genes (que actualmente se ha ampliado a 313) que combina el análisis de ADN y otros test como la expresión y fosforilación de proteínas. Su objetivo es aportar nueva información sobre la biología del tumor y poder así ayudar al especialista en Oncología a encontrar una terapia que demuestre una mayor eficacia para el paciente.
La investigación, además, incluye casos de estudio, como el de una mujer de 56 años que había sufrido un cáncer de mama en 2008, sin recurrencia, y un cáncer de endometrio temprano en 2010, también manejado con éxito. En 2017, se le descubrió un cáncer de vejiga con metástasis al pulmón, que fue tratado con carboplatino sin éxito. Se le realizó un perfil en una biopsia de pulmón, en la que se identificó una mutación BRCA2. En ese momento, empezó su tratamiento con olaparib, un inhibidor de PARP, logrando una remisión duradera de 13 meses.