VALENCIA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una tesis de un investigador del Hospital General de Valencia y profesor en la Facultad de Enfermería de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) sobre la curación de úlceras y heridas crónicas ha concluido que "el ambiente húmedo favorece su cicatrización".
La tesis, realizada y defendida en la UCV por Federico Palomar Llatas, que es coordinador de la Unidad de Úlceras y Heridas del Hospital General de Valencia, ha obtenido la calificación de sobresaliente 'cum laude', según ha informado el Arzobispado en una nota.
El trabajo, titulado 'Evolución de la cura tópica en úlceras y heridas 'con diferentes tratamientos. Estudio comparativo de casos clínicos', dirigido por los profesores de la UCV Germán Cerdá y Vicente Oliver, refleja, entre otras cuestiones, que "las úlceras y heridas son mayores en el sexo femenino, y principalmente, las de etiología venosa, úlceras por presión y heridas agudas".
Palomar ha centrado su investigación en la "incidencia de distintos tipos de heridas en la integridad cutánea" y ha defendido, como principal conclusión, "que los tiempos de cicatrización llegan a reducirse a más de un cincuenta y seis por ciento si se realiza la cura en un ambiente húmedo".
Asimismo, el experto ha argumentado que, "si con los apósitos empleados en la cura se mantiene cierto grado de humedad, se acelera notablemente el proceso de cicatrización en cualquier tipo de herida".
El estudio de Federico Palomar Llatas comprende el análisis de tres tipos de heridas crónicas, como son las de origen venoso, el pie diabético neuropático y las úlceras por presión, y, por otra, las heridas agudas, "que abarcan desde quemaduras a heridas quirúrgicas o las provocadas por accidentes diversos, que si no son tratadas debidamente, se pueden cronificar", ha subrayado.
Por esta razón, Palomar ha advertido de la importancia de "investigar los diferentes tratamientos que deben llevarse a cabo con este tipo de lesiones, puesto que hay que tener presente que las heridas no solamente abarcan al paciente sino que son un signo que enmascara o señala una patología dominante, que es la causante de la floración de estas úlceras". De este modo, "tendremos asumido que el tratamiento de las mismas es multidisciplinar y que los profesionales deben actuar según la etiología", ha añadido.
En este sentido, el investigador se ha referido al Máster Universitario en Deterioro de la Integridad Cutánea que imparte la Universidad Católica de Valencia, este año en su cuarta edición, "porque las úlceras hay que tratarlas desde su origen, ya que, si se desconoce qué la ha causado, y no se sabe distinguir la causa de las heridas, por mucho tratamiento que se aplique no se podrán curar", ha afirmado.
MÁS DE 600 CASOS
En su trabajo, desarrollado en la Unidad de Úlceras y Heridas del Hospital General de Valencia, Palomar ha investigado 684 casos clínicos de úlceras de distinta etiología, recogidos durante 2007 y 2008.
La tesis ha sido defendida en el Campus de Valencia-Santa Úrsula de la UCV y ha sido calificada con sobresaliente 'cum laude' por un tribunal presidido por José Miguel Fortea, de la Universidad de Valencia; Carlos Guillén, y Onofre Sanmartín, ambos del Instituto Valenciano de Oncología; y Joaquín Todolí y Severiano Marín, médicos del Hospital General de Valencia.