MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños, especialmente los chicos, cuyas madres estuvieron expuestas a niveles más altos de partículas contaminantes al aire libre, al mismo tiempo que estaban muy estresadas, presentaban más probabilidades de desarrollar asma a los seis años de edad, según concluye un estudio que se presenta en la Conferencia Internacional de 2017 de la Sociedad Torácica Americana, que se celebra hasta el miércoles en Washington, Estados Unidos.
El equipo, dirigido por la investigadora principal Rosalind Wright, codirectora del Instituto de Investigación Exposomics en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Estados Unidos, llevó a cabo este estudio por su interés general por entender de cómo estos y otros factores ambientales interactúan para producir disparidades en la salud respiratoria.
"Sabemos de investigaciones anteriores que las poblaciones urbanas mixtas étnicamente más pobres están más gravemente afectadas por el asma y otros problemas de salud respiratoria", afirma la autora principal Alison Lee, de la Escuala de Medicina Icahn en Mount Sinai.
"Teniendo en cuenta que las poblaciones expuestas de manera desproporcionada a la contaminación atmosférica también son más propensas a estar expuestas a factores de estrés social como la tensión financiera, la discriminación, las dificultades de vivienda y el crimen o la violencia, estamos particularmente interesados en los efectos combinados de ambos factores, incluso en el embarazo", plantea.
La doctora Lee y sus colegas examinaron la exposición diaria de 736 mujeres afroamericanas y latinas embarazadas expuestas a partículas ambientales, un tipo de contaminación atmosférica causada principalmente por el tráfico y las emisiones industriales.
También analizaron los niveles de estrés prenatal de las mujeres a través de una encuesta que otorgó una calificación de "evento de vida negativo". Las mujeres informaron de un mayor número de eventos negativos al tener más estrés. Se siguió a sus hijos nacidos término hasta la edad de seis años.
UNA COMBINACIÓN QUE MULTIPLICA LOS EFECTOS NEGATIVOS
Los científicos encontraron asociaciones entre alta exposición de partículas durante el segundo trimestre del embarazo y mayores probabilidades de desarrollar asma para todos los niños. Además, hallaron que los niños nacidos de madres que declararon tener mayores niveles de estrés prenatal, que también estaban más expuestas a la contaminación del aire, se vieron particularmente afectados.
"Nuestros datos son los primeros en demostrar que cuando ocurren juntos, el efecto se multiplica --afirma Lee--. No está claro en este momento por qué los niños se ven más afectados, pero los científicos piensan que puede estar relacionado con el hecho de que los pulmones de los niños maduran a una velocidad más lenta en comparación con las niñas. Eso, junto con el aumento de riesgo en los fetos masculinos de tipos específicos de lesión, como el estrés oxidativo, puede aumentar el riesgo de enfermedad respiratoria cuando se ven co-expuestos a la contaminación del aire ambiente y el estrés durante el periodo prenatal".
Lee destaca: "Nuestros datos sugieren que todos los niños nacidos de mujeres que experimentan mayores niveles de contaminación del aire y estrés durante el periodo prenatal están particularmente en mayor riesgo de desarrollar asma en la primera infancia. Este estudio sugiere que también debemos centrarnos en co-exposiciones como el estrés".