MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las alteraciones crónicas del sueño afectan hasta a un 30 por ciento de la población infantil, según explican los expertos de Sanitas con motivo de la inauguración de la nueva Unidad del Sueño Pediátrico del Hospital Sanitas CIMA de Madrid.
Esta instalación está especializada en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sueño en niños, un problema de privación o mala calidad del sueño de manera crónica que "puede ocasionar secuelas físicas y psicológicas", indican. Ante ello, la adopción de hábitos correctos de higiene del sueño "resuelve la mayoría de los casos", señalan.
A juicio del director de esta unidad, el doctor Javier Albares, el sueño es un estado fisiológico "cuya ausencia o alteraciones produce efectos adversos significativos". Por ello, considera "fundamental" diagnosticar el trastorno a tiempo y realizar un tratamiento adecuado que evite complicaciones cognitivas e incluso físicas.
EL ORIGEN SUELE ESTAR EN LOS HÁBITOS ADQUIRIDOS
El origen de los trastornos del sueño pueden tener un origen fisiológico relacionado con otras enfermedades "pero en su gran mayoría se deben a problemas relacionados con los hábitos establecidos por los padres". Para paliar sus efectos "hay que acudir a un especialista para establecer un diagnóstico y un tratamiento personalizado", sostiene.
En este proceso, el profesional sanitario se vale de la historia clínica del menor y de datos recogidos mediante pruebas especializadas. En ellas, se detectan algunas de las principales patologías del sueño asociadas a problemas respiratorios, como la apnea obstructiva, "que produce repetidamente la obstrucción de las vías respiratorias", o el ronquido primario, "que afecta al 10 por ciento de la población infantil", señala.
Si cualquiera de estas patologías es advertida "es necesario realizar una polisomnografía", técnica que el sueño mediante el registro de múltiples parámetros fisiológicos que se recogen mientras el niño duerme, afirma Albares. "Gracias a la información recogida durante la monitorización puede determinarse el trastorno respiratorio exacto que padece el niño y que le impide descansar con normalidad", expone.
Otros problemas que pueden afectar a los pacientes pediátricos son la narcolepsia, el síndrome de movimiento de piernas nocturno, el sonambulismo, las pesadillas o terrores nocturnos y las micciones involuntarias durante el sueño. A ellas, se les añaden durante la adolescencia "los trastornos del ritmo circadiano", concluye.