SEVILLA 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla advierte de que el verano es una de las épocas del año de mayor riesgo para los pacientes con gota, ya que las altas temperaturas y la deshidratación pueden propiciar ataques de esta enfermedad, así como las vacaciones traen consigo muchas tentaciones alimenticias (alcohol, marisco, barbacoas, entre otras).
En este sentido, la reumatóloga del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa Lola Bursón ha apuntado algunas recomendaciones para reducir estos brotes. En primer lugar, ha recordado que el tratamiento médico no debe cambiar con los hábitos del verano ni estando de vacaciones, sino que por el contrario se ha de tener especial precaución con ello al ser un periodo sensible, según ha indicado Quirónsalud en una nota de prensa.
Asimismo, la doctora Bursón ha aconsejado mantenerse especialmente bien hidratado, ya sea a base de agua u otras alternativas sanas tales como agua con gas, aguas de frutas, leches animales y vegetales, smoothies, entre otras; evitando las bebidas azucaradas como la mayoría de los refrescos y zumos a base de concentrado, debido a que el azúcar le "roba su sitio" al ácido úrico en el riñón e impide que este lo expulse.
Sin embargo, según ha apuntado la reumatóloga, los zumos de fruta hechos con la pieza entera o conteniendo trozos de la piel o la pulpa son "muy aconsejables", ya que la liberación del azúcar que contienen es más lenta y aportan un extra de vitamina C que contribuye a reducir el úrico.
Otro punto fundamental para evitar los ataques de gota es el consumo moderado de alcohol. "En general, cualquier tipo de alcohol favorece la acumulación de urato, pero la cerveza por sí misma, incluso sin alcohol, es la que más", ha señalado Bursón, quien ha precisado que "no se trata de no beberla nunca, sino de restringir su consumo".
Al hilo de lo anterior, ha añadido que "es preferible tomarla sin alcohol o aclarada con zumo de limón, si bien, si hubiera que elegir alguna bebida más segura, sería el vino tinto o alternativas como el tinto de verano o sangría, aunque teniendo cuidado con el azúcar".
Igualmente, como ha recordado la reumatóloga, otro factor de riesgo es el sobrepeso. En verano, es fácil perder la rutina de ejercicio, por lo que la ganancia de peso favorece la acumulación de úrico y aumenta el riesgo cardiovascular, que ya de por sí se encuentra aumentado en los pacientes con gota.
Por tanto, ha recomendado mantener ejercicio físico regular, así como evitar tanto las comilonas como las dietas de ayuno prolongado para reducir peso. En este sentido, ambos extremos también incrementan los niveles de urato en sangre.
De otro lado, la especialista ha querido desmitificar que el tomate sea perjudicial para este tipo de pacientes. "En los estudios no se ha comprobado que las purinas de los alimentos de origen vegetal aumenten los valores de ácido úrico, por lo que alimentos que tradicionalmente se desaconsejaban, hoy en día se pueden tomar --tomate, espárragos, espinacas, entre otros--", ha explicado Bursón, quien ha insistido en que "los pacientes pueden tomar salmorejo, gazpacho o tomate aliñado sin problema, siempre que el consumo no sea a diario. No hay que restringirlos como si fueran carne roja o marisco".
Además, la reumatóloga ha hecho hincapié en que "en la salud siempre es mejor prevenir que curar". No obstante, a su parecer, "restringir todo sólo conduce al estrés y la frustración y al final uno lo acaba dejando".
Por último, Bursón ha concluido que "casi todo puede hacerse en su medida, limitándose unos días y dándose un pequeño capricho otros, según cómo vaya la enfermedad. Por eso es bueno conocer qué está en nuestra mano para mejorar la calidad de vida".