MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las altas temperaturas durante el verano favorecen la proliferación de bacterias en la boca, lo que aumenta la aparición de patologías bucodentales y requiere un refuerzo de la higiene para evitar estos problemas, según el Consejo General de Dentistas de España.
Al calor se suman los cambios de hábitos de higiene bucodental y de alimentación, provocando que estas bacterias produzcan gingivitis y caries. Además, la falta de hidratación y la mayor probabilidad de traumatismos pueden perjudicar nuestra salud.
Para prevenir la aparición de estos problemas, los dentistas recomiendan principalmente aumentar la higiene bucodental, cepillando los dientes tres veces al día con pasta con flúor, durante al menos tres minutos y especialmente después de cada comida y antes de dormir. Para complementar el cepillado de dientes, se aconseja usar hilo o seda dental una vez al día y un colutorio adecuado.
En caso de que no se disponga de un cepillo de dientes a mano, se puede masticar un chicle sin azúcar y con xilitol, aunque de forma moderada y durante un tiempo máximo de 20 minutos. Otra de las recomendaciones es mantenerse bien hidratado y proteger los labios con un fotoprotector para prevenir el cáncer en esta parte de la boca.
En verano también aumentan los traumatismos y la pérdida de piezas dentales. En el caso de que se produzca un golpe y se pierda un fragmento o un diente, se debe mantener la pieza guardada en suero salino, agua, agua con sal, leche o dentro de la boca, y visitar al dentista urgentemente. Por último, tras las vacaciones, lo mejor es visitar al dentista para asegurarse de que nuestra boca y dientes están en perfecto estado.