La alta y baja intensidad del ejercicio influye de manera diferente en la función cerebral, según un estudio

Cerebro, plasticidad cerebral.
Cerebro, plasticidad cerebral. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / SERDARBAYRAKTAR
Publicado: viernes, 31 enero 2020 17:30

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio ha mostrado por primera vez que las intensidades de ejercicio bajas y altas influyen de manera diferente en la función cerebral. Utilizando la resonancia magnética funcional en estado de reposo (Rs-fMRI), una técnica no invasiva que permite realizar estudios sobre la conectividad del cerebro, los investigadores descubrieron que el ejercicio de baja intensidad activa las redes cerebrales implicadas en el control de la cognición y el procesamiento de la atención, mientras que el de alta intensidad activa principalmente las redes implicadas en el procesamiento afectivo/emocional.

En el trabajo, publicado en la revista 'Brain Plasticity', 25 deportistas masculinos se sometieron a evaluaciones utilizando una prueba de cinta rodante incremental. En días separados, realizaron tandas de ejercicio de baja y alta intensidad durante 30 minutos. Antes y después del ejercicio, se utilizó la Rs-fMRI para examinar la conectividad funcional de diferentes regiones del cerebro que están vinculadas a procesos de comportamiento específicos. Los participantes también completaron un cuestionario para medir el estado de ánimo positivo y negativo antes y después de hacer deporte.

Los datos mostraron un aumento significativo en el estado de ánimo positivo después de ambas intensidades de ejercicio y ningún cambio en el estado de ánimo negativo. Los investigadores señalan que este es el primer trabajo que aborda los distintos efectos de la intensidad del ejercicio en redes funcionales específicas dentro del cerebro en reposo. Las futuras investigaciones en esta área ayudarán a proporcionar evidencia neurobiológica sobre qué tipo de intensidad de ejercicio es la más adecuada para ciertas modulaciones neurológicas o de comportamiento y puede allanar el camino para aplicaciones clínicas de apoyo en los pacientes o para mejorar la plasticidad funcional del cerebro.