MADRID 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 45.000 personas se someten a un tratamiento renal sustitutivo en España para hacer frente a la enfermedad renal crónica (ERC), una patología cuya incidencia en este país se sitúa en torno al 9,16 por ciento de la población mayor de 18 años y que alcanza valores del 21 por ciento en los enfermos que acuden a las consultas de Atención Primaria.
En este sentido, la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) y la Sociedad Española de Nefrología (SEN) han elaborado un documento de consenso para el diagnóstico y seguimiento de esta enfermedad.
Los especialistas señalan que el número de pacientes con enfermedad en estadios avanzados, que precisan de tratamiento renal sustitutivo (hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal), ha aumentado en los últimos años como consecuencia del envejecimiento de la población y a que en la actualidad se incluyen en diálisis personas de más edad y con otros procesos asociados.
La arteriosclerosis, la diabetes mellitus tipo 2 o la hipertensión arterial (HTA) son, en la actualidad, explican, las principales causas de esta enfermedad; patologías que pueden afectar la función renal de modo silente, motivo por el que la ERC se detecta en fases avanzadas de su evolución.
"El diagnóstico precoz es importante, tanto para la prevención del deterioro de la función renal, como de las complicaciones cardiovasculares responsables de la elevada morbi-mortalidad que presentan estos pacientes", subraya la miembro de la Comisión de Función Renal de la SEQC, Charo Montañés.
Así, asegura que la presencia de concentraciones elevadas de proteína o albúmina en orina, de modo persistente, es un signo de lesión renal y constituye, junto con la estimación del filtrado glomerular (FG), la base del diagnóstico de la ERC. Además, identifica aquellas personas con mayor riesgo de progresión de su enfermedad renal y de presentar eventos cardiovasculares.
Sin embargo, reconoce que, pese a su importancia, no existe consenso entre las guías de práctica clínica publicadas, sobre cuáles son los valores que indican su presencia, si ésta debe ser definida en términos de albúmina o de proteína, el tipo de espécimen más adecuado para su medida o la utilidad de la tira reactiva como método inicial de cribado.
GUÍA DE RECOMENDACIONES
Con este objetivo, las Comisiones de Proteínas y Función Renal de la SEQC han trabajado de modo conjunto con miembros de la SEN durante el año 2010 en la elaboración de este documento de recomendaciones sobre la valoración de la proteinuria en el diagnóstico y seguimiento de la Enfermedad Renal Crónica.
"El objeto de este documento es proporcionar recomendaciones para la detección y monitorización de la proteinuria como marcador de la presencia de ERC en adultos y en niños", concluye Montañés.