MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso del desfibrilador por parte de los testigos mejoran las tasas de supervivencia hasta en un 80 por ciento y disminuyen el daño neurológico en las víctimas, que en lo que va de año han sido 3.000 menores de 18 años fuera de los hospitales, lo que reduce su probabilidad de sobrevivir en un 20 por ciento.
No obstante, pese a que en el 80 por ciento de los casos se encuentra una persona cerca, desde la iniciativa Proyecto Salvavidas advierten que únicamente en un 15 por ciento de los casos se lleva a cabo este protocolo de actuación por parte del ciudadano.
"Todos los escolares deben de empezar a recibir algún tipo de entrenamiento anual en RCP y uso del desfibrilador desde los 10 años", expresa el fundador de Proyecto Salvavidas, Rubén Campo. Añade que a su vez, "las autoridades deben esforzarse en conseguirlo lo antes posible. "Por nuestra parte, facilitamos la formación y el desfibrilador, sin coste económico, a través de una iniciativa solidaria", concluye.
Para Proyecto Salvavidas, la escuela constituye un marco ideal para iniciar a la población en el conocimiento y aprendizaje de la RCP y uso del desfibrilador. Por este motivo, lanzaron hace 10 años una iniciativa solidaria, la cual han acogido más de 2.000 colegios de España.
"El procedimiento es sencillo, se les entregan de forma gratuita las 'Pulseras Salvavidas', las que se venden por un precio de 3 euros. Una vez vendidas todas, se les hace entrega del desfibrilador y la formación en Soporte Vital Básico", explica el fundador.
A día de hoy, son más de 1.000 los centros educativos que se encuentran activos en esta iniciativa. Por ejemplo, este fin de semana, en un colegio de Galicia organizan una 'Fiesta de la Familia' donde venderán las pulseras. Hace unos días, otro centro organizó 'La Semana de la Cardioprotección', con el mismo motivo.
"Es increíble la implicación de la gente que participa, nos sorprende de gran manera la creatividad con la que abordan la venta de las pulseras", expresa Campo. Afirma estar sorprendido por la "implicación de la gente que participa y la creatividad con la que abordan la venta de las pulseras".