Una alimentación equilibrada en el niño pasa por cuidar la calidad nutricional y ajustar las cantidades

COMEDOR ESCOLAR NIÑOS
E.P.
Actualizado: miércoles, 18 enero 2012 19:13

MADRID 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

A la hora de la alimentación del niño se debe seguir una dinámica de calidad y cantidad, teniendo en cuenta que "no hay alimentos malos sino combinaciones equivocadas" y que "el niño no es un adulto en miniatura por tanto hay que vigilar las cantidades", explica la nutricionista, Lucía Bultó, quien acaba de publicar 'Los consejos de Nutrinanny' (Planeta), una nueva herramienta para mejorar la alimentación de niños y adolescentes.

"Este libro es una herramienta útil para el que quiere alimentar bien a sus hijos pero no sabe hacerlo", señala la autora a Europa Press, al tiempo que afirma haber detectado "mucho interés sobre este tema pero pocos conocimientos". Evidentemente práctico, tiene entre sus objetivos a hacerles la vida más fácil, ofreciendo pautas sencillas que sirvan para orientarles a una elección alimentaria saludable, que "mejore su presente y optimice su futuro".

Las recomendaciones básicas son una alimentación lo más variada posible; vigilar las cantidades porque "los niños están comiendo más cantidad de la que necesitan sin tener en cuenta que los niños tiene unas necesidades menores"; y, finalmente, activar la actividad física, porque "el niño se tiene que mover más". "Somos lo que comemos pero seremos lo que hayamos comido", advierte Bultó.

Y, en este sentido, recuerda que los objetivos principales de la alimentación en el niño son cubrir sus necesidades nutricionales de modo que se permita su crecimiento óptimo; evitar carencias y desequilibrios nutricionales; iniciar gracias a la correcta alimentación la prevención de enfermedades crónicas de adulto; y, finalmente, promover la adquisición de buenos hábitos.

Ante la falta de tiempo de los padres y el abuso de la comida rápida, Bultó recomienda el uso de comidas preparadas, ya que "hay una industrial alimentaria de calidad a la que se puede recurrir para preparar legumbres, verduras, sopas, etc".

¿QUÉ HACER SI ...?

De este modo también atiende, muchas veces con casos prácticos, la principales dudas que asaltan a los padres y analiza los principales errores que se hacen en las familias. Así da un repaso por los alimentos esenciales: pescado, legumbres, fruta o verdura, y sus cantidades diarias.

En este sentido, advierte de que de los tres a los doce años se establecen una serie de pautas alimentarias que permanecerán toda la vida y que no hay alimentos buenos ni malos, sino cantidades y frecuencias de consumo adecuadas o inadecuadas. Asimismo, destaca que si el padre o la madre no suelen tomar un alimento, es muy difícil que el niño lo incluya de buen grado en su alimentación habitual o que para que el niño se habitúe a la fruta hay que ofrecérsela a diario, como algo habitual y de la misma importancia que otros alimentos, como la carne o el pan.

Respecto a los alimentos, señala que pese a la gran cantidad existente, nutrientes sólo hay seis y cada uno desempeña en el organismo funciones determinadas, "todas de vital importancia". Para una mejor comprensión utiliza la rueda de los alimentos y la pirámide de la alimentación como herramienta.

Entre los consejos imprescindibles, recomienda cuidar el desayuno porque es una clara oportunidad de mejorar el estado de salud de los jóvenes, su rendimiento escolar y su grado de concentración y no olvidar que debe ser completo y equilibrado. Hacer la merienda con los mismos grupos de alimentos que en el desayuno, pero en menor cantidad, ya que las actividades que restan hasta el final del día son más ligeras.

Asimismo, las cenas deberían contener los mismos grupos de alimentos que la comida del mediodía, pero en cantidades menores y en preparaciones de fácil digestión. Además, las raciones deben ajustarse a la edad del niño, y evitar que las comidas se hagan delante de la tele, la videoconsola o el ordenador, ya que hace que no se tenga conciencia de lo que se está comiendo, sobre todo en cantidad.

Por otra parte, se muestra contraria a poner a dieta al niño, a menos de que el pediatra detecte que es necesario y recuerda a los padres que su papel es dar ejemplo y mostrar autoridad, aunque para ello recomienda informase antes, "sobre todo por medio de fuentes fidedignas", apunta en redacción al abuso de Internet como fuente de información.

"TÉCNICO Y PRÁCTICO"

Si bien es cierto que existen innumerables libros sobre nutrición, de los cuales muchos tratan la alimentación en la infancia, 'Los consejos de Nutrinanny' da explicación sencilla a las inquietudes que se puedan tener sobre este tema, siempre teniendo en cuenta estudios y evidencias científicas.

Este libro, explica, se diferencia de otros por su "practicidad y accesibilidad", explica Bultó que lo califica como un libro "técnico" y "práctico", y lo demuestra el que cada capítulo esa independiente de los demás con lo que no es necesario leer todo el libro para entenderlo. Además, destaca, "está totalmente dirigido a los niños; los consejos, las tablas de composición de alimentos, la recomendaciones, etc, todo pensado en su alimentación".

Así, cada capítulo es un pequeño manual sobre el tema que lo titula, de modo que la persona interesada puede volver a una cuestión concreta sin tener que consultar de nuevo todo el libro. Así se pueden encontrar capítulos dedicados al sobrepeso y la obesidad, alimentaciones especiales (intolerancia, celiaquía, etc), la alimentación en comedor escolar, el desayuno y la merienda, etc.

Además, el lector puede encontrar cuadros explicativos, tablas de composición de alimentos, propuestas de menús para diferentes situaciones, resúmenes con consejos prácticos de cada tema planteado, glosario, un delicioso recetario, ejercicios de autoevaluación y códigos QR (Quick Reponse) que dan una explicación extra de contenidos, vídeos, listados, recomendaciones o páginas web.