MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Existe un porcentaje de afectados, fundamentalmente ancianos, que estando en fases iniciales de la enfermedad de Parkinson (EP) no consultan a su médico por considerar que estos primeros síntomas se deben al envejecimiento. Así lo ha asegurado la geriatra del Hospital Universitario Sant Joan de Reus y miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la doctora Almudena Garnica.
Con motivo del Día Mundial del Parkinson que se celebra este lunes, los expertos advierten de que aunque la incidencia de la patología aumenta con la edad y, por tanto, es más frecuente en pacientes de edad avanzada, "la edad media de comienzo oscila alrededor de los 60 años".
Al interferir en el movimiento voluntario se trata de una enfermedad que afecta de forma directa a la vida diaria del paciente y de los que le rodean. En el caso del anciano que padece EP puede llegar a ser más incapacitante al coincidir con otras patologías que también afectan a la movilidad como la artrosis, enfermedades cardiorespiratorias que limitan la capacidad de realizar ejercicio físico.
"La causa de la aparición de esta enfermedad es aún desconocida, aunque la predisposición genética y ciertos factores ambientales pueden tener un papel causal en los cambios celulares que originan la progresiva destrucción neuronal. Algunos factores ambientales, como los pesticidas, el agua de pozo, vivir en el campo, no fumar o beber poco café, se han relacionado también con la aparición de la enfermedad de Parkinson, pero los resultados de estos estudios aún no son concluyentes", ha comentado la doctora Garnica.
Por ello, la SEGG recomienda a las personas mayores consultar a su médico de Atención Primaria ante la aparición de síntomas como lentitud de movimientos o temblor para evaluar la necesidad de valoración por un geriatra.
Esta patología afecta al 2 por ciento de las personas mayores de 65 años, por lo que en este momento se calcula que en España viven cerca de 150.000 pacientes, al considerar que actualmente el 15 por ciento de la población española está por encima de esa edad. Uno de cada 400 enfermos neurológicos la padecen, detectándose un caso nuevo al año por cada mil habitantes mayores de 50 años.