MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista 'Nature' ha identificado los factores que pueden influir en el traspaso de infecciones víricas entre animales y humanos como el ébola, el VIH o el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, en sus siglas en inglés), así como los mapas de localizaciones donde podrían detectarse futuras amenazas para la salud humana.
La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes que afectan a los humanos son zoonosis, con virus que se originan en animales salvajes como roedores, primates o murciélagos y se transmiten de forma natural a las personas.
Sin embargo, hasta ahora había pocos métodos que permitieran identificar qué especies huéspedes albergarán con más probabilidad los futuros virus humanos o qué virus son capaces de atravesar las fronteras entre especies.
En este trabajo liderado por la ONG EcoHealth Alliance han logrado identificar el número total de virus que infectan una especie determinada y la probabilidad de que se convierta en zoonosis, gracias a la filogenia relacionada con los seres humanos, la taxonomía del huésped y la población humana dentro de un rango de especies, lo que puede reflejar el contacto humano y la vida silvestre, señalan los autores.
Los científicos crearon y analizaron una base de datos de más de 2.800 asociaciones entre mamíferos y virus. De las 586 especies virales analizadas, 263 (44,8%) se han detectado en seres humanos, y 188 (el 71,5% de los virus humanos) se definen como zoonóticos, es decir, que se han detectado al menos una vez en humanos y al menos una vez en otra especie de mamíferos.
El hecho de que algunas especies sean mejores huéspedes que otras depende de número total de virus de una especie concreta o de la diversidad de los virus, que "es influenciada por el rango geográfico de la especie, por el solapamiento con otros mamíferos, el tamaño del cuerpo y la orden a la que pertenece", ha explicado a la agencia 'Sinc' Kevin Olival, autor principal del trabajo.
Asimismo, el estudio muestra otros factores que influyen en la transmisión de los virus de mamíferos a humanos, como la cercanía entre unas y otras, y la cantidad de coincidencias con las poblaciones humanas y las áreas urbanas.
"Los murciélagos son también significativos en cuanto al número de zoonosis que transportan, independiente de estos otros rasgos", recalca el investigador. Les siguen primates y roedores.
PREDECIR FUTURAS AMENAZAS
El trabajo también ha permitido proporcionar mapas de las localizaciones geográficas en las que los diferentes tipos de mamíferos son más propensos de albergar nuevas amenazas para la salud humana.
Los científicos han identificado los taxones y las regiones geográficas con el mayor número estimado de virus que aún quedan por aparecer y que serán de gran importancia para futuras vigilancias.
"Hemos mapeado el número previsto de virus que están ahí fuera. Por lo tanto, estos mapas muestran en qué lugares del planeta podremos encontrar el siguiente virus antes de que emerja", según Olival.
Los patrones varían según las especies huesped. Por ejemplo, los virus zoonóticos de los murciélagos son más frecuentes en América del Sur y Centroamérica y partes de Asia. Por el contrario, los de primates tienden a agruparse en Centroamérica, África y el sudeste de Asia, y los de roedores se encuentran principalmente en partes de América del Norte y del Sur y África central.
Para los científicos, predecir qué virus son más probables de propagarse de animales a seres humanos podría ayudar a controlar las enfermedades emergentes y prevenir futuros brotes. El estudio permitiría así aportar información a los programas mundiales sobre la identificación de nuevos virus zoonóticos y evaluar su posible amenaza para la salud humana.