MADRID 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los niños de países de bajos y medianos ingresos reciben un promedio de 25 recetas de antibióticos durante sus primeros cinco años de vida, una cantidad excesiva que podría dañar su capacidad para combatir los patógenos y, al mismo tiempo, aumentar la resistencia a los antibióticos en todo el mundo, según un nuevo estudio del Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (TPH suizo) y Harvard TH Chan School of Public Health.
"Sabíamos que estos niños están enfermos con mayor frecuencia, y sabíamos que las tasas de prescripción de antibióticos son altas en muchos países. Lo que no sabíamos era cómo estos elementos se traducen en una exposición real a los antibióticos, y los resultados son bastante alarmantes", alerta Günther Fink, autor principal del estudio y jefe de la unidad de Investigación de Economía del Hogar y Sistemas de Salud de Swiss TPH.
El estudio, el primero en analizar la prescripción total de antibióticos en niños menores de cinco años en esto países de bajos y medianos ingresos, se publica en la revista 'The Lancet Infectious Diseases'.
Según la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antimicrobianos es una de las mayores amenazas actuales para la salud y el desarrollo mundiales. Un factor que contribuye a esta amenaza para la salud mundial es el uso excesivo de antibióticos en todo el mundo.
Estudios anteriores han demostrado que los antibióticos se recetan en exceso a los niños en muchos países. En Tanzania, por ejemplo, varios estudios han demostrado que más del 90% de los niños que visitan un centro de salud reciben un antibiótico, aunque solo en aproximadamente el 20% de los casos se requirió tratamiento.
El equipo de investigación de Swiss TPH y Harvard Chan School analizó datos de 2007-2017 de centros de salud y encuestas de hogares de ocho países: Haití, Kenia, Malawi, Namibia, Nepal, Senegal, Tanzania y Uganda.
El estudio encontró que, de media, los niños recibieron 25 recetas de antibióticos hasta los cinco años, una estimación "notable", escribieron los autores, dado que dos recetas de antibióticos por año se consideran excesivas en muchos entornos de altos ingresos. Los resultados mostraron que los antibióticos se administraron en el 81% de los casos para niños con enfermedades respiratorias, en el 50% para niños con diarrea y en el 28% para niños con malaria.
Los investigadores encontraron que el número de recetas de antibióticos en la primera infancia variaba de un país a otro: mientras que un niño en Senegal recibió aproximadamente una receta de antibióticos por año en los primeros cinco años de vida, a un niño en Uganda se le recetaron hasta 12.
En comparación, un estudio previo mostró que los niños menores de cinco años en Europa reciben menos de una receta de antibióticos por año en promedio. "Este número sigue siendo alto dado que la gran mayoría de las infecciones en este grupo de edad son de origen viral", apunta Valérie D'Acremont, coautora del estudio y directora del grupo de Manejo de Fiebres en Swiss TPH.
"Lo único de este estudio es que proporciona una imagen mucho más completa de la exposición a antibióticos pediátricos en estos países que lo que se informó anteriormente. Combina los datos del hogar sobre dónde y cuándo los niños son atendidos con datos de observaciones directas de salud cuidadores que cuidan a niños enfermos", añaden Jessica Cohen, Bruce A. Beal, Robert L. Beal y Alexander S. Beal, profesor asociado de Salud Global en la Escuela Harvard Chan y autor principal del estudio.
"Las consecuencias de la sobreprescripción de antibióticos no solo representan una gran amenaza para la salud mundial, sino que también pueden tener un impacto concreto en la salud de estos niños --apunta Valérie D'Acremont--. El uso excesivo de antibióticos destruye la flora intestinal natural, que es esencial para combatir los patógenos".
Un proyecto de investigación suizo de TPH está en marcha para comprender mejor el impacto en la salud del uso excesivo de antibióticos en los niños. "Comprender el impacto concreto en los niños individuales es crucial para lograr un cambio de política", señala Fink.
Actualmente, su equipo de investigación está comparando políticas a nivel de país para identificar las mejores prácticas que conducen a menores tasas de prescripción de antibióticos.