MÁLAGA 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Quirón ha alertado de la incidencia de la bronquiolitis en bebés de entre seis y 12 meses, una enfermedad que provoca la inflamación de las vías respiratorias más pequeñas, denominadas bronquiolos, y que tiene más presencia en invierno y al comienzo de la primavera.
Esta enfermedad suele estar causada por una infección viral, especialmente por el virus respiratorio sincitial (VRS), según ha informado el doctor José Luis Díaz, jefe de servicio de Pediatría de los hospital Quirón de Marbella (Málaga) y Campo de Gibraltar (Cádiz).
Así, ha señalado que a pesar de que es una enfermedad "leve, algunos lactantes pueden complicarse y requerir hospitalización". La enfermedad, que incide en los menores de dos años, siendo los más afectados los de entre tres y seis meses, suele comenzar como un resfriado común --congestión nasal, moqueo, tos escasa, etcétera--.
Sin embargo, tras estos síntomas, que duran uno o dos días, "se produce un empeoramiento de la tos y aumento de la frecuencia respiratoria, incluso pueden oírse pitos", ha advertido el doctor Díaz, quien ha añadido que en los días posteriores el "trabajo respiratorio suele aumentar", con respiración más rápida y superficial, frecuencia cardíaca acelerada, etcétera.
Según el pediatra, el niño suele estar "más irritable, tener fiebre, duerme mal, falta de apetito e incluso vómitos asociados a las crisis de tos".
La bronquiolitis suele durar alrededor de 12 días, pero los niños que padecen casos más graves de esta enfermedad pueden seguir tosiendo durante semanas. Por lo general, la enfermedad llega al punto de mayor intensidad entre el segundo y el tercer día desde el inicio de la tos y de las dificultades para respirar y después remite de forma gradual.
PREVENCIÓN Y CURACIÓN
Según han precisado desde el Hospital Quirón Marbella y Campo de Gibraltar, algunas de las medidas para prevenir esta enfermedad son lavarse las manos a menudo, para evitar la propagación de los virus; mantener a los niños lejos de personas resfriadas o con tos y evitar exponer a la población infantil al humo del tabaco puesto que los que están expuestos tienen más probabilidades de contraer las más graves.
Para la recuperación del paciente, se recurre a un tratamiento sintomático, que tiene como objetivo mejorar la ventilación, intentando abrir los bronquiolos, bajar la fiebre y asegurar una correcta hidratación de los pacientes.
En casa se puede ayudar al niño con una serie de medidas que facilitan la mejora, tales como "realizar lavados nasales con frecuencia, elevar el cabecero de la cama o cuna mientras duerme, ofrecer pequeñas cantidades de líquidos con frecuencia y fraccionar las tomas", ha aconsejado el pediatra de los hospitales Quirón de Marbella y Campo de Gibraltar.
Si el menor tiene menos de un mes, presenta respiración muy acelerada, sobre todo si las costillas están muy marcadas; por la falta de apetito o vómitos, ya que podría estar deshidratado; si está más somnoliento y decaído de lo habitual o si tiene fiebre alta durante más de 72 horas debe acudirse al médico, al igual que debe hacerse, de forma inmediata, si el pequeño tiene problemas para respirar o si los labios o las uñas de los dedos se ponen azulados.