Se trata de una fuente de exposición a menudo subestimada
TARRAGONA, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (Iispv) de Tarragona ha alertado de que el humo residual es una "importante fuente" de exposición a la nicotina para menores de 5 años en el marco del Día Mundial contra el Tabaco, que se celebra el 31 de mayo.
Es una de los conclusiones presentadas por la miembro del grupo de investigación en Pediatría, Nutrición y Desarrollo Humano (Pedinur) de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el Iispv durante una charla en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona), informa el Iispv en un comunicado de este viernes.
Ramírez ha destacado que es "fundamental" tener en cuenta los efectos nocivos que se producen al exponerse a la nicotina, especialmente en el caso de los menores de 5 años.
En ese sentido, ha dicho que el humo residual, también llamado de tercera mano, supone un peligro especialmente para los más pequeños y habitualmente suele ser subestimado por parte de progenitores y estamentos públicos, ya que no es una vía de exposición "suficientemente conocida".
Las sustancias tóxicas que conforman este humo residual permanecen también en objetos y superficies del mobiliario, así como la ropa y el cabello; aunque las políticas antitabaco han reducido la exposición a este humo en espacios públicos, muchos niños siguen estando expuestos en casa y en espacios exteriores.
ALTERACIONES Y RIESGO DE ENFERMEDADES
El impacto de este tipo de humo se traduce, en el caso de los más vulnerables, en alteraciones del crecimiento, un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, malformaciones congénitas no cromosómicas, caries dentales y enfermedades como otitis recurrentes, entre otros.
El humo residual persiste, reacciona con otras sustancias del ambiente y cuesta eliminarlo, ya que las sustancias tóxicas resisten una limpieza superficial como la ventilación y liberan partículas en movimiento, dependiendo de las temperaturas y flujos de ventilación.
Algunos consejos para evitarlo incluyen limitar los espacios donde se fuma, limpiar a fondo los lugares donde se haya fumado y, en el caso de los fumadores y especialmente si tienen contacto con los más pequeños, realizar una limpieza profunda y cuidados de manos, boca y ropa.