MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La coordinadora del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Arantza Vega, ha asegurado que la alergia al veneno de avispas y abejas es la patología alérgica que mejor se cura, ya que la vacunación es "eficaz" en el 95 por ciento de los casos.
En España, según los datos de la SEAIC, aproximadamente el 3 por ciento de la población es alérgica al veneno de avispas y abejas, y la tasa de mortalidad se estima en un 0,4 por millón de habitantes, lo que significa que entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa.
"Aunque, la mayoría de los pacientes sufre reacciones locales, existen personas que sufren una reacción sistémica llamada anafilaxia, con hipotensión, broncoespasmo y pérdida de conciencia", ha comentado la experta, para avisar de que estos pacientes no suelen ser enviados al alergólogo y, por tanto, no reciben "correcto" diagnóstico y tratamiento para su enfermedad.
En concreto, las reacciones a picaduras de himenópteros suelen ser locales, con picor, enrojecimiento y edema circunscrito en la zona donde pica el insecto. En personas susceptibles puede producirse hinchazón intensa y de larga duración, aunque esto generalmente no conlleva riesgos de reacción grave en siguientes picaduras.
Por el contrario, las reacciones alérgicas de importancia médica son las denominadas sistémicas o generalizadas, que se manifiestan por picor y erupción a distancia de la picadura o por toda la piel y, en ocasiones, dificultad para respirar, mareo, vómitos y alteración del nivel de conciencia.
TRATAMIENTO Y TEST DE REPICADURA
Ahora bien, la vacunación con veneno de himenópteros es probablemente la forma de inmunoterapia más eficaz. "El tratamiento para los pacientes que ya han sido diagnosticados de alergia al veneno de avispas o de abejas es muy efectivo. Se realiza con el veneno del insecto responsable de la reacción alérgica. Consigue que el paciente tratado deje de ser alérgico y no presente ninguna reacción en caso de una nueva picadura", ha subrayado Vega.
De hecho, prosigue, su efectividad superior al 95 por ciento, está probada mediante la repicadura con el insecto, que puede ser espontánea o bien de forma controlada en el hospital.
En este sentido, la experta ha explicado que el test de repicadura es una prueba en la que el alergólogo pica al paciente alérgico al veneno de abeja o de avispa con el insecto causante de su alergia de forma controlada y monitorizada en un medio hospitalario porque puede producirse una reacción alérgica grave.
"Se realiza una vez alcanzada la dosis de mantenimiento de la inmunoterapia para comprobar la eficacia de la misma, bien durante el curso del tratamiento, o al finalizar los 5 años, para comprobar que el paciente está totalmente protegido. Por motivos éticos, no se realiza para el diagnóstico ya que puede provocarse una anafilaxia en un paciente alérgico no tratado", ha añadido la alergóloga.
La importancia del test de repicadura es que permite verificar que el paciente está curado. A diferencia de la picadura espontánea, en la que no hay certeza sobre el tipo de insecto picador o la cantidad de veneno que ha recibido el paciente, en la repicadura controlada el insecto está perfectamente identificado y se garantiza un tiempo adecuado para que el paciente reciba todo el veneno contenido en el saco del himenóptero.