MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de una de cada diez personas en el mundo informan síntomas gastrointestinales y de otro tipo, como fatiga y dolor de cabeza, después de comer alimentos que contienen gluten o trigo a pesar de no tener un diagnóstico de enfermedad celíaca o alergia al trigo, según una gran revisión sistemática y metanálisis de University Hospitals of Leicester NHS (Reino Unido) publicado en línea en 'Gut'.
El gluten es una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, y es responsable de la elasticidad de la masa del pan y otros productos horneados. Para la mayoría de las personas, el gluten no representa ningún problema, pero para algunas, puede desencadenar reacciones adversas que afectan la digestión y el bienestar general.
La enfermedad celíaca es una intolerancia autoinmune al gluten: al ingerirlo, el sistema inmunitario daña el intestino delgado, provocando malabsorción de nutrientes, diarrea, fatiga y otros síntomas graves. Por otro lado, la alergia al trigo implica una respuesta inmediata del sistema inmunitario ante proteínas del trigo, incluyendo el gluten, causando desde urticaria y hinchazón hasta problemas respiratorios graves.
QUÉ ES LA SENSIBILIDAD AL GLUTEN/TRIGO NO CELÍACA
Además, existe un grupo creciente de personas que experimenta síntomas tras consumir gluten o trigo sin ser celíacas ni alérgicas, conocido como sensibilidad al gluten/trigo no celíaca (NCGWS), caracterizada por dolor abdominal, hinchazón, fatiga y molestias generales, que mejoran al eliminar estos alimentos de la dieta.
Estas personas padecen una afección conocida como sensibilidad al gluten/trigo no celíaca (NCGWS), que parece ser más común en mujeres y estar asociada con el síndrome del intestino irritable, la ansiedad y la depresión.
LOS SÍNTOMAS DEL NCGWS
Los síntomas del NCGWS tienden a mejorar al evitar el gluten o el trigo y reaparecen al reincorporarse a la dieta alimentos que los contienen. Sin embargo, a diferencia de la enfermedad celíaca y la alergia al trigo, el proceso patológico subyacente al NCGWS no está claro y no presenta marcadores sanguíneos específicos asociados, lo que dificulta su diagnóstico.
En la actualidad, el NCGWS se diagnostica excluyendo la enfermedad celíaca y la alergia al trigo en personas que informan síntomas adversos después de comer gluten o trigo, y se sabe poco sobre la prevalencia y las características clínicas presentes.
Para abordar esto, los autores identificaron todos los estudios publicados entre 2014 y 2024 que evaluaban la prevalencia del NCGWS autoinformado en la población general. Veinticinco estudios, con 49.476 participantes de 16 países, cumplieron los criterios de inclusión y estos datos se extrajeron para su análisis agrupado.
Los datos también revelaron que cuatro de cada diez personas que informaron tener NCGWS siguieron una dieta sin gluten para evitar síntomas gastrointestinales y otros síntomas molestos, a menudo haciéndolo en ausencia de asesoramiento médico formal o un diagnóstico.
Los síntomas más comunes reportados por los participantes fueron hinchazón (71%), molestias abdominales (46%), dolor abdominal (36%) y fatiga (32%). Otros síntomas reportados incluyeron diarrea, estreñimiento, dolor de cabeza y dolor articular.
Además, el NCGWS autoinformado fue significativamente más común en mujeres y significativamente más probable que ocurriera en personas que informaron ansiedad, depresión y síndrome del intestino irritable.
IMPLICACIONES CLÍNICAS
Los autores reconocen que el estudio presentó varias limitaciones, como la dependencia de la autodeclaración del NCGWS por parte de los participantes, la contribución de algunos autores a un subconjunto de estudios incluidos en el metanálisis y la imposibilidad de explicar completamente las diferencias sustanciales de prevalencia entre los estudios incluidos mediante análisis de regresión. Sugieren que estas diferencias de prevalencia podrían reflejar la variabilidad en los criterios diagnósticos y factores de confusión, o bien ser diferencias reales de prevalencia entre poblaciones y países.
Sin embargo, los autores concluyen: "La sensibilidad al gluten/trigo no celíaca autoinformada afecta aproximadamente a una de cada diez personas en todo el mundo, con una variación geográfica considerable y una fuerte asociación con el sexo femenino, el malestar psicológico y el síndrome del intestino irritable".
Agregan que la sensibilidad al gluten/trigo no celíaca debe reconocerse dentro del marco de los trastornos de la interacción intestino-cerebro (un concepto de neurogastroenterología que enfatiza la comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro) y deben desarrollarse criterios de diagnóstico basados en los síntomas "para guiar un enfoque de tratamiento más personalizado centrado en los patrones de síntomas individuales y los desencadenantes dietéticos más allá del gluten y para reducir la restricción dietética innecesaria en esta afección común".