MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Cibernéticas Biológicas Max Planck en Tübingen (Alemania) han aportado la primera prueba empírica de que los seres humanos caminan en círculos cuando se pierden y han publicado hoy su hallazgo en la revista 'Current Biology'.
El trabajo, dirigido por Jan Souman y Marc Ernst, consistió en analizar las trayectorias trazadas por personas que caminaron durante varias horas en el desierto del Sáhara (Túnez) y en la zona de bosque Bienwald (Alemania).
Los científicos usaron un GPS para registrar estas trayectorias y los resultados demostraron que los participantes en el experimento sólo consiguieron mantener rutas en linea recta cuando el sol o la luna eran visibles. Sin embargo, tan pronto como el sol desaparecía tras las nubes, comenzaban a andar en círculos sin darse cuenta.
Según Souman, "una explicación ofrecida en el pasado para justificar que se caminara en círculos era que la mayoría de la gente tenía una pierna más larga que otra o más fuerte, lo que produciría una desviación sistemática en una dirección".
"Para comprobar su explicación, pedimos a un grupo de personas que caminaran en linea recta con los ojos vendados, eliminando así los efectos de la visión. La mayoría de los participantes del estudio caminaron en círculos, en ocasiones describiendo círculos extremadamente pequeños, de un diámetro menor de 20 metros", aseveró.
Sin embargo, estos círculos no solían seguir una dirección de forma sistemática. Por contra, la misma persona algunas veces los describía hacia la izquierda y otras veces hacia la derecha, lo que demuestra que caminar en círculos no está relacionado con ninguna diferencia de longitud entre las piernas de un individuo, sino que más bien aumentan las dudas sobre qué es caminar en linea recta.
"Pequeños errores aleatorios en varias señales sensoriales que aportan información sobre la dirección en la que se camina, haciendo que una persona perciba la sensación de estar caminando en linea recta distancian al sujeto de la verdadera dirección recta", apuntó.
Para Ernst, "los resultados de este experimento demuestran que, incluso cuando las personas estén convencidas de que están caminando en linea recta, su percepción puede no ser siempre fiable".
"Serán necesarias estrategias cognitivas adicionales para caminar realimente en linea recta. Las personas necesitan usar pistas fiables para caminar en una dirección en su medio ambiente, por ejemplo, una torre o una montaña ubicada en la distancia, o la posición del sol".
El próximo reto de estos investigadores será descubrir cómo las personas usan éstas y otras fuentes de información para orientarse, para lo que emplearán técnicas de realidad virtual y los participantes en el experimento tendrán que encontrar su camino a través de un bosque virtual sin necesidad de dejar el laboratorio.