Aislar a las mascotas de los infectados con viruela del mono, ¿realmente es necesario?

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Archivo - Mascotas - CHENDONGSHAN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 26 mayo 2022 8:32

   MADRID, 26 May. (EDIZIONES) -

   Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el momento se han confirmado 131 casos de viruela del mono y otros 106 casos sospechosos fuera de África desde que se notificó el primero, el 7 de mayo.

   Las instituciones sanitarias están realizando un fuerte seguimiento de estos brotes. Desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) han enviado precisamente una alerta a los países europeos instando a las personas contagiadas a aislarse hasta que sus pústulas se hayan secado totalmente, momento en el que dejarán de ser contagiosas.

   Pero también la alerta ha recaído sobre sus mascotas, quienes aconseja que guarden cuarentena para evitar el salto del virus a otros animales. Su argumento es que si esto sucediera y las mascotas alcanzaran a la fauna europea, la viruela del mono podría convertirse en una enfermedad endémica, cuando hasta ahora es más frecuente en África y con brotes muy contados en otros continentes.

   En una entrevista con Infosalus el catedrático de la Universidad de Zaragoza y epidemiólogo Juan José Badiola considera que esta alerta hay que "ponerla en cuestión" porque, según explica, las mascotas que hay en España mayoritariamente son el perro y el gato, que no son receptivos a este virus. "Este virus se ha descrito en monos, en roedores, y en antílopes", aclara.

CUIDADO CON LOS ROEDORES

   Lo que realmente se deduce de esa recomendación, según destaca, es que los animales más receptivos a infectarse de la viruela del mono son los roedores, y en las casas puede haber hámsteres, ratas, ratones, conejos, o cobayas; pero recuerda que estos no salen fuera a la calle, por lo que no habría en su opinión problema en este sentido, en caso de que se contagiara el dueño, puesto que estos animales no estarán en contacto con otros.

   "Y si pudiera haber síntomas son los mismos que en las personas, cuadro febril, de dolor, y sobre todo esa erupción vesiculosa de costras y característica de la viruela del mono. En esos casos hay que llevarlo al veterinario y que le hagan PCR para comprobar", recomienda el profesor Badiola.

   Por su parte, y en otra entrevista con Infosalus, el catedrático del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Joaquim Segalés, considera que la posibilidad de que un humano infecte a su mascota animal (llamado técnicamente 'antropozoonosis') es una "posibilidad que no se puede desmerecer".

   Ahora bien, el también miembro del grupo de trabajo sobre modelos animales de COVID-19 de la OMS e investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) remarca que, por ejemplo, en el caso de la infección del SARS-CoV-2 se sabía que los perros y los gatos eran los animales más susceptibles a la infección y a contagiarse de sus dueños. "Por tanto, la posibilidad de que se generara un reservorio era más preocupante en las mascotas con el SARS-COV-2", insiste este científico.

   Con el virus de la viruela del mono las especies más susceptibles y las que se consideran reservorios son básicamente roedores, según recalca, y además básicamente animales salvajes, como las ratas, los ratones ardillas, los perros de las praderas; "una serie de animales que, en general, no suelen ser animales de compañía", matiza.

EL RIESGO DE CONTAGIO ES BAJO

   En consecuencia, Segalés opina que la posibilidad de una transmisión efectiva de personas a animales, y concretamente, hacia animales que puedan representar un riesgo de reservorio de la viruela del mono es relativamente bajo, si bien cree que el ECDC ha lanzado esa alerta en aras de prevenir al máximo la expansión del virus de la viruela del mono.

   "No hay que olvidar que la transmisión se da especialmente entre las personas, y esta ya es difícil de por sí porque se necesita un contacto directo, casi íntimo, para la transmisión eficaz. La relación que tenga con los animales puede ser muy cercana pero es difícil que esta se produzca, y a día de hoy no hay ninguna evidencia de que los animales que sean mascotas sean susceptibles a este virus", argumenta el catedrático del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona.

   Con todo ello, resalta que no hay que desmerecer ninguna casuística frente a la viruela del mono, si bien hay que tener claro que hasta la fecha sabemos que el principal reservorio de este virus tiende a ser un roedor, y además salvaje, y no los animales domésticos mucho más cercanos.

   "También es cierto que en las ciudades, o incluso en las granjas, pueden haber colonias de ratas o de ratones, y uno tiene que ser también cauto y lo más preventivo posible en el sentido de que como no queremos que se genere ningún reservorio animal con este virus en ningún caso, si hay unas mínimas medidas de cierto asilamiento de un paciente con viruela del mono con su mascota esto puede ayudar y es recomendable en este sentido", añade.

   Es más, destaca Segalés que con otras enfermedades sucede lo mismo, y es mejor que los enfermos no tengan contacto estrecho con sus mascotas: "No hay razón objetiva a día de hoy como para ser críticos pensando en que podemos generar un reservorio fácilmente con nuestras mascotas, esto no es así; y es algo que preocupa a las personas que puedan tener mascotas, tipo perro o gato, cuando no tienen por qué preocuparse dada la evidencia".

No debe ser motivo de abandono bajo ningún concepto, según prosigue el investigador del CReSA-IRTA, y pone de ejemplo el virus de la gripe, con el que hay más especies susceptibles de contagio frente a los de la viruela del mono.