BARCELONA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consumo crónico de agua mineral bicarbonatada sódica en comidas principales durante al menos dos meses reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiometabólicas, según concluye un estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Lo ha explicado la responsable del Grupo de Investigación Minerales en Metabolismo y Nutrición Humana del instituto, Maria Pilar Vaquero, que ha presentado trabajos recientes sobre el consumo de agua carbonatada, conocida también como agua con gas, y comercializada por Vichy Catalán, quien ha costeado el estudio independiente.
Los estudios constatan que disminuye el colesterol total y la glucosa, y mantiene el peso corporal en mujeres postmenopáusicas, así como en mujeres y hombres adultos, ha comentado la investigadora, que ha puesto el acento en la ingesta dietética de los voluntarios.
EFECTO ALCALINO
"En todos los estudios hemos visto un efecto moderadamente alcalinizante", ha comentado la investigadora, que ha observado que en España las dietas suelen ser ácidas por ricas en consumo de proteína de origen animal, lo que genera inflamación, resistencia a la insulina, debilidad muscular y osteoporosis.
Está estudiado que una dieta ácida provoca una pérdida de calcio por orina, mientras que las alcalinizantes por consumo de proteínas de origen vegetal protege a los huesos, ha comentado la investigadora, que ha asegurado que el consumo del agua bicarbonatada no eleva la presión arterial en personas con cierta hipercolesterolemia pero sanas.
"BIEN ESCASO"
Ha explicado que el agua es un nutriente y un alimento convertido en "bien escaso", que es necesario para el equilibrio hídrico y ácido base, para la termorregulación, el aporte de minerales, la excreción de metabolitos y para el incremento de la eficacia de la fibra dietética, y es compatible con todos los tratamientos farmacológicos.
El director de desarrollo de producto Vichy Catalán, Alberto Cabadas, ha recordado que fue fundada por un médico y homeópata que en 1881 constató las propiedades del agua carbonatada, y compró el manantial donde actualmente se encuentra el balneario de la compañía en Caldes de Malavella (Barcelona).