MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las medidas de restricción y confinamiento impuestas a nivel mundial debido a la pandemia de COVID-19 afectan la contaminación del aire de las ciudades de manera diferente, según una investigación publicada en la revista 'Chaos'. Así, en algunas zonas, estas restricciones a los viajes parecen haber tenido poco efecto en la contaminación del aire y otras tienen una calidad del aire peor que nunca.
Investigadores de China crearon un modelo de red a partir del índice de tráfico y el índice de calidad del aire de 21 ciudades de seis regiones de su país para cuantificar cómo las emisiones de tráfico de una ciudad afectan a otra. Querían aprovechar los datos de los cierres de COVID-19 para explicar mejor la relación entre el tráfico y la contaminación atmosférica y vieron en los confinamientos por el COVID-19 una oportunidad única de investigación.
"La contaminación atmosférica es un problema típico de 'gobernanza del patrimonio' --afirma el autor Jingfang Fan--. El impacto de la pandemia ha llevado a las ciudades a aplicar diferentes políticas de restricción del tráfico, una tras otra, lo que naturalmente constituye un experimento controlado para revelar su relación".
Para abordar estas cuestiones, recurrieron a un marco de red climática ponderada para modelar cada ciudad como un nodo utilizando datos prepandémicos de 2019 y datos de 2020. Añadieron una red de dos capas que incorporaba diferentes regiones, etapas de bloqueo y niveles de brote.
Las condiciones de tráfico circundantes influyeron en la calidad del aire en Pekín-Tianjin-Hebei, el Círculo Económico de Chengdu-Chongqing y el centro de China después del brote. La contaminación tendió a alcanzar su punto máximo en las ciudades cuando hicieron los primeros progresos para contener el virus.
Durante este tiempo, la contaminación en Pekín-Tianjin-Hebei y en el centro de China disminuyó con el tiempo. Sin embargo, en Pekín-Tianjin-Hebei se produjo otro pico cuando se levantaron las medidas de control del tráfico de salida de Wuhan y Hubei.
"La contaminación atmosférica en las grandes ciudades, como Pekín y Shanghai, se ve más afectada que en otras --asegura el autor Saini Yang--. Esto es contrario a lo que solemos pensar, que la contaminación del aire en las grandes ciudades se debe principalmente a sus propias condiciones, incluida la congestión del tráfico".
El autor, Weiping Wang, espera que el trabajo del equipo inspire a otros equipos interdisciplinarios a explorar formas únicas de explorar problemas en la ciencia medioambiental. Intentarán mejorar su modelo con un mayor grado de detalle para las emisiones del tráfico.
"Nuestro descubrimiento es que, para mejorar la contaminación del aire, no sólo es necesario mejorar y reducir nuestro propio tráfico urbano y aumentar los desplazamientos ecológicos, sino que también se necesitan los esfuerzos conjuntos de las ciudades circundantes --subraya el autor Na Ying--. Todos son importantes en la gobernanza de los bienes comunes".