¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a los médicos que atienden a niños con cáncer?

Archivo - An elementary aged girl wearing a head scarf is seen by a medical practitioner.
Archivo - An elementary aged girl wearing a head scarf is seen by a medical practitioner. - FATCAMERA/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 24 enero 2022 7:53


MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Una nueva investigación indica que la pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo efecto en los profesionales de la salud de oncología pediátrica en todo el mundo, al requerir importantes cambios de personal y causando angustia física, psicológica y financiera.

Publicado por Wiley en línea en 'CANCER', la revista revisada por pares de la Sociedad Americana del Cáncer, el estudio también encontró que los médicos fueron capaces de unirse para seguir proporcionando atención de alta calidad para los niños con cáncer, a pesar de los desafíos.

Durante la pandemia, los confinamientos y las restricciones destinadas a frenar la propagación del COVID-19 provocaron interrupciones generalizadas en la atención médica.

Para examinar los efectos en los proveedores de oncología pediátrica, que ya estaban presionados por la escasez de trabajadores antes de la pandemia, Elizabeth Sniderman, y sus colegas encuestaron a 311 médicos que atendían a niños con cáncer de 213 instituciones que representaban a 79 países. Los datos de las encuestas se recogieron del 22 de junio al 21 de agosto de 2020. Además, 16 instituciones participaron en 19 grupos de discusión multidisciplinarios.

El estudio revelo que la disminución de la disponibilidad del personal clínico fue citada como un impacto importante por el 51% de las instituciones. Las modificaciones en la dotación de personal incluyeron la disminución de la disponibilidad de proveedores (66% de las instituciones), los cambios de funciones o responsabilidades y el traslado del personal para trabajar fuera de su especialidad.

Los efectos físicos incluyeron la enfermedad COVID-19, con un 8% de los encuestados que informaron de muertes de proveedores de atención sanitaria en sus instituciones. Además, el 50% de los proveedores no tenía el equipo de protección personal necesario.

Los encuestados también experimentaron angustia psicológica y preocupaciones financieras, y todos estos efectos se dejaron sentir en todos los niveles de ingresos.

"También descubrimos que las enfermeras eran especialmente vulnerables a los impactos de la pandemia, ya que enfermaban o estaban en cuarentena con más frecuencia, se enfrentaban a problemas financieros adicionales y eran reasignadas con más frecuencia que los colegas médicos", resalta Sniderman.

Los encuestados informaron de que las cargas se abordaron mediante el aumento del trabajo en equipo, la comunicación, las contribuciones fuera de las funciones habituales y las políticas destinadas a optimizar la seguridad. Los impactos negativos también se contrarrestaron con la sensación de marcar la diferencia o de contribuir al control de la pandemia.

Sniderman precisa que, aunque el estudio se llevó a cabo al principio de la pandemia de COVID-19, antes del inicio de la vacunación y de la aparición de nuevas variantes, los resultados revelaron importantes estrategias que siguen siendo relevantes y son clave para proteger a los proveedores de atención sanitaria.

"Los elementos estabilizadores que encontramos para ayudar a mitigar los desafíos de la pandemia incluyeron el trabajo en equipo, la comunicación, los sentimientos de contribución y las políticas destinadas a optimizar la seguridad. Estos factores deberían ser mejorados y aplicados por las organizaciones para apoyar a los proveedores durante esta pandemia y futuras crisis sanitarias", añade.

Un editorial adjunto alerta de que los resultados del estudio no deben tomarse a la ligera. "Reflejan un grave riesgo que, en última instancia, puede afectar a la atención de los niños y comprometer el éxito de su tratamiento", escriben los autores.

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