MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los miembros del exitoso programa espacial Apolo están experimentando tasas más altas de problemas cardiovasculares que se cree que son causadas por la exposición a la radiación del espacio profundo, según una investigación de la Universidad del Estado de Florida (FSU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
En un documento publicado en 'Scientific Reports', el decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la FSU y profesor, Michael Delp, explica que los hombres que viajaron al espacio profundo, como parte de las misiones lunares, fueron expuestos a niveles de radiación cósmica galáctica que no han sido experimentados por otros astronautas o cosmonautas. Esta exposición se manifiesta ahora como problemas cardiovasculares.
"Sabemos muy poco acerca de los efectos de la radiación del espacio profundo en la salud humana, en particular en el sistema cardiovascular -subraya Delp--. Esto nos da el primer vistazo a sus efectos adversos en los seres humanos". Este es el primer estudio que analiza la mortalidad de los astronautas del Apolo, según sus autores.
El programa Apolo funcionó desde 1961 hasta 1972, con 11 vuelos tripulados al espacio entre 1968 y 1972. Nueve de los vuelos fueron más allá de la órbita de la Tierra en el espacio profundo. El programa es muy conocido por el aterrizaje de los hombres en la Luna, así como la fallida misión del Apolo 13 que inspiró la popular película de 1995 de Ron Howard.
La investigación de Delp es de especial interés ahora que Estados Unidos y otros países, además de organizaciones privadas, hacen planes de viajes espaciales profundos. La NASA ha revelado los planes de Estados Unidos de misiones orbitales alrededor de la luna de 2020 a 2030 en preparación para un vuelo tripulado a Marte. Rusia, China y la Agencia Espacial Europea están trabajando en misiones lunares. Y SpaceX, propiedad de Elon Musk, ha propuesto aterrizajes humanos en Marte en 2026.
HASTA CINCO VECES MÁS MUERTES VINCULADAS AL CORAZÓN
Como grupo, los astronautas están altamente formados y tienen acceso a atención médica superior, lo que significa que sus resultados de salud son generalmente mejores que la población general. Sin embargo, el grupo de hombres en el programa Apolo experimentó diferentes condiciones ambientales que nadie en el mundo tuvo cuando viajaban hacia el espacio profundo.
Delp encontró que el 43 por ciento de los astronautas del Apolo fallecidos murió a causa de un problema cardiovascular, lo que supone una tasa de cuatro a cinco veces más elevada que los astronautas que no han volado en ningún viaje y los astronautas que han viajado por la órbita terrestre baja.
De los 24 hombres que volaron en el espacio profundo en las misiones lunares Apolo, ocho han muerto y siete fueron incluidos en el estudio. El octavo, Edgar Mitchell, falleció después de que se finalizara el análisis de los datos.
Delp y sus colegas también expusieron a ratones con el tipo de radiación que los astronautas del Apolo habrían experimentado. Después de seis meses --el equivalente a 20 años humanos-- los ratones demostraron un deterioro de las arterias que se sabe que lleva al desarrollo de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica en los seres humanos.
"Lo que muestran los datos del ratón es que la radiación del espacio profundo es perjudicial para la salud vascular", resume Delp, quien está trabajando con la NASA para llevar a cabo estudios adicionales sobre la salud cardiovascular de los astronautas del Apolo.