MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El doctor Manuel Muñoz, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Alicante, ha advertido de que los espermatozoides de los hombres con diabetes suelen envejecer prematuramente.
"Esto ocurre debido a la elevada concentración de especies reactivas de oxígeno en el aparato reproductor, favoreciendo así el estrés oxidativo en el entorno de los espermatozoides, lo que influye directamente en la fertilidad masculina", expresa.
En concreto, se ha observado una disminución de la fertilidad en el varón con diabetes sin que se encuentren cambios importantes en el seminograma. Eso sí, casi siempre se trata de varones con una diabetes mal controlada. Además, estos cambios en la estructura de ADN del esperma se manifiestan por la disminución de su capacidad de fecundación que, si progresa, puede conducir a un fallo de implantación, un aborto involuntario o un aumento del riesgo de cambios genéticos transmitidos a la descendencia.
"En estos pacientes, la capacidad de reparación del material genético puede estar comprometida, existiendo mayor probabilidad de que el índice de fragmentación del ADN espermático esté aumentado, incluso cuando los parámetros de concentración y movilidad de los espermatozoides están dentro de la normalidad", aclara el doctor.
Además del impacto directo en los espermatozoides, una diabetes mal controlada puede estar detrás de problemas relacionados con la función sexual y, por ende, la fertilidad, como la disfunción eréctil, trastornos en la eyaculación o hipogonadismo (deficiencia de testosterona con signos o síntomas asociados, deficiencia de producción de espermatozoides o ambas).
¿QUÉ SOLUCIONES HAY?
Para mantener a raya la diabetes es imprescindible un estilo de vida saludable, así como mantener un peso adecuado, hacer ejercicio de manera regular y evitar el consumo de sustancias tóxicas. Estos cambios en el estilo de vida pueden repercutir positivamente en la fertilidad del varón.
"Aunque la diabetes se trate de un factor no modificable, factores externos como pueden ser una mala alimentación y obesidad o malos hábitos como el tabaco, exceso de alcohol o consumo de drogas contribuyen a que esta enfermedad no esté controlada de manera óptima. Siempre recomendamos incorporar pautas saludables en el día a día y llevar una vida activa para tener un buen punto de partida", comenta el doctor Muñoz.
En lo que respecta a pruebas médicas, se valoran niveles de testosterona si ya existe una disfunción eréctil y, a través de un espermiograma, se evalúa también la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides. Además, si existen dudas sobre eventuales alteraciones en la estructura del ADN, es necesario también realizar estudios complementarios de análisis genético, como el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y, fragmentación DNA espermática y estrés oxidativo espermático.
"Con un adecuado control de la enfermedad, habrá menos probabilidades de presentar factores que produzcan infertilidad, ya que el estado general de estos pacientes suele mejorar con un mayor control de la glucosa o disminución del índice de masa corporal, por ejemplo. Pero como siempre, recomendamos consultar con un especialista para que pueda valorar cada situación y aportar una solución personalizada adecuada a cada caso", concluye el doctor Muñoz.