MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
Un adolescente italiano de 13 años tuvo que ser hospitalizado en diciembre de 2008 debido a una intoxicación por un consumo excesivo de chicles estimulantes con cafeína, según un caso de estudio del Hospital de Monaldi de la Universidad Secundaria de Nápoles en Italia que se publica en la revista 'The Lancet'.
Los investigadores destacan los peligros de los chicles estimulantes que contienen cafeína a través del caso de este adolescente y concluyen que tales productos son de fácil acceso y que el riesgo para los niños es elevado.
En noviembre de 2008, un niño de 13 años fue trasladado a urgencias del Hospital de Monaldi después de que hubiera sufrido un episodio de agitación y agresividad que contrastaba con su estado de ánimo normal. Negaba sentirse estresado o haber tomado drogas o estimulantes. Tenía dolor abdominal y sentía un dolor creciente al orinar además de pinchazos en las piernas.
Al examinarle el chico se mostraba inquieto, con pulso y respiración rápidos y una presión sanguínea elevada. Los resultados del escáner de tórax y la prueba sanguínea eran normales y dio negativo en drogas. Su estado mejoró a lo largo de la noche sin tratamiento y fue dado de alta en la siguiente mañana con un pulso cardiaco bajo pero normal en el resto de aspectos.
Más tarde este mismo día del alta su madre volvió al hospital con dos paquetes vacíos de chicle estimulante o energético que había encontrado en el bolso de su hijo. Admitió que los había consumido todos en la escuela en un periodo de cuatro horas. El chicle contenía 160 mg de cafeína por paquete y los dos paquetes podían contener lo que suelen tener tres tazas normales de café. La madre dijo que su hijo no solía tomar bebidas o alimentos con cafeína.
El chico volvió al hospital varios días después para una revisión y parecía adormilado y aletargado. Había faltado a la escuela durante tres días. Los exámenes mostraron que seguía con un ritmo cardiaco lento y un funcionamiento del ventrículo izquierdo bajo en comparación con los valores normales en un niño de esta edad. En los siguientes cinco días se recuperó y estaba bien en sus últimas pruebas realizadas en diciembre de 2008.
Según los autores, este transitorio conjunto de signos y síntomas en el chico era probablemente debido a una intoxicación aguda de chicles estimulantes. Aunque no se midieron directamente los niveles de cafeína en sangre, los investigadores señalan que el chico reunía los criterios del diagnóstico de una intoxicación por cafeína.
Además, los investigadores explican que los 320 gramos de cafeína en el organismo del chico, que pesaba 45 kilogramos, equivalían a diez tazas de té para un adulto de 70 kilogramos consumidas durante cuatro horas. La baja sensibilidad a la cafeína del menor, debido a su bajo consumo habitual, también explicaría el trastorno.