MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los expertos del grupo ADVANTAGE JA, la iniciativa liderada por España con la participación del Ministerio de Sanidad y formada por profesionales sanitarios de 22 países y 34 instituciones, han presentado en Bruselas (Bélgica) sus recomendaciones para lograr un diagnóstico precoz de la fragilidad y mejorar la salud de las personas mayores, donde han advertido que el coste de la fragilidad será "inasumible" para los sistemas sanitarios si no se toman medidas a tiempo.
Las recomendaciones del grupo destacan la necesidad del diagnóstico de fragilidad a todos los mayores de 70 años (edad a partir de la cual existe mayor riesgo de sufrir fragilidad), mediante pruebas basadas en evidencia científica, seguidas de una valoración multidimensional o Valoración Geriátrica Integral (VGI), así como indicar tratamientos individualizados y dotar de más recursos económicos a la investigación.
La coordinadora adjunta de ADVANTAGE JA, la doctora Cristina Alonso, ha señalado que existe una falta de información entre los profesionales sanitarios y, con frecuencia, los síntomas de fragilidad son asociados erróneamente como signos de envejecimiento. "La mayor parte de los afectados desconoce su riesgo de dependencia y este infradiagnóstico deriva en limitación de la autonomía personal y más morbimortalidad", ha advertido.
La falta de energía, pérdida de peso, lentitud y limitaciones de movimientos son síntomas comunes asociados a la fragilidad. Como ha advertido esta experta, "la fragilidad afecta a la independencia funcional y su influencia es decisiva sobre la calidad de vida". No obstante, pese a las dificultades, el mensaje de los expertos españoles de esta iniciativa es que la fragilidad se puede tratar con éxito.
Tanto el coordinador del grupo, Leocadio Rodríguez Mañas, como la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación, Pilar Aparicio, han incidido en Bruselas en que la fragilidad, si se diagnostica, puede ser frenada e incluso revertida. De esta forma, el ejercicio físico, una nutrición apropiada y un tratamiento que tenga en cuenta el manejo de los eventos agudos y las enfermedades crónicas pueden ser claves en el control de la fragilidad, además de un control especial para evitar efectos secundarios e interacciones en los pacientes polimedicados.
En suma, los expertos pretenden, con los resultados de su trabajo, hacer una llamada a la acción y subrayar que "las personas mayores tienen derecho a una atención de calidad, especializada y adaptada a sus necesidades".