MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos) y la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) han realizado un estudio transversal de más de 6.500 adultos de 65 años, en el que encontraron que, en promedio, los adultos mayores pasaban tres semanas cada año recibiendo atención médica fuera del hogar.
En este grupo representativo a nivel nacional, el 11% de los adultos mayores pasaron 50 o más días cada año recibiendo servicios de atención médica. Estos días dedicados a obtener atención médica fuera del hogar, o días de contacto con la atención médica, son una nueva métrica centrada en el paciente para evaluar la atención de los adultos mayores. El estudio se publica en 'Annals of Internal Medicine'.
En concreto, los investigadores estudiaron los datos de la Encuesta de beneficiarios actuales de Medicare de 6.619 adultos de 65 años o más para evaluar la composición, la variación, los patrones y los factores asociados con los días de contacto.
De esta forma, descubrieron que, en promedio, los adultos mayores pasaban 20,7 días al año recibiendo atención médica fuera del hogar, de los cuales 17,3 días eran para servicios ambulatorios como visitas al consultorio, pruebas y procedimientos.
Los autores señalan que los factores asociados con más días de contacto incluyeron edad más joven, sexo femenino, raza blanca, etnia no hispana, mayores ingresos, mayor nivel educativo, residencia urbana, más enfermedades crónicas y ciertos comportamientos de búsqueda de atención (por ejemplo, pacientes quien dijo que van al médico tan pronto como empiezan a sentirse mal).
Según los autores, estos resultados muestran factores más allá de la necesidad clínica que pueden impulsar el uso excesivo o insuficiente de los días de contacto y las oportunidades para optimizar esta medida centrada en la persona para reducir la carga de los pacientes.
Asimismo, el estudio sugiere algunos objetivos para mejorar la forma en que utilizamos estos días de contacto. Por ejemplo, descubre que la mitad de los días dedicados a hacerse una prueba no coinciden con la visita al médico, por lo que los médicos pueden coordinar mejor las pruebas con las visitas. También encuentra que es menos probable que las visitas al consultorio, las pruebas y los procedimientos se realicen los viernes en comparación con otros días de la semana, incluso si eso puede ser más conveniente para los pacientes.
